REZA EL ARTICULO 17, apartado 002, inciso C del Reglamento Deportivo Automovilístico (RDA) de la ACTC, «será castigado todo procedimiento fraudulento, maniobra desleal o actitud susceptible de perjudicar la corrección de las manifestaciones deportivas, o tendiente a influir en el resultado de una competencia, o que pongan de manifiesto una conducta antideportiva dolosa, intencional o de mala fe, o que damnifique los intereses de la ACTC”.

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El autódromo había casi desolado, en silencio, con papeles diseminados por todos lados; la multitud dominguera hacía rato que se había ido. Los hinchas de Ford celebrando la victoria de Gabriel Ponce de León en Buenos Aires, la primera. Los de Chevrolet con el gusto agridulce en la boca: Guillermo Ortelli pagaba «dos pesos» pero se había quedado con las ganas, pese al autazo que tenía.

En la sala de prensa, hervían las teclas de las laptop; los periodistas buceábamos en la memoria para resaltar, analizar y pintar el triunfo de Gabriel y lo arrojado por el TC en el autódromo de los Gálvez, adonde  como dijo Oscar Aventin y VA ya te lo contó, «si nos ponemos de acuerdo en los números», volverá en diciembre para el Premio Coronación. De repente, entró a la sala una voz que espetó «ganó Ortelli». Esta vez el adelanto no fue del reportero Gabriel Santos, habitual testigo con su cámara que sabe estar donde debe estar, de momentos calientes en carreras de TC, de los buenos y de los aciagos.

«No jodan», vociferaron varios al unísono, desde ya, entre ellos, quien escribe estas líneas; uno ya tenía el comentario abrochado, todo tranqui, un capítulo de TC cerrado y sin sobresaltos, lo que no es poco!. Pero…, ¿siempre hay un «pero» en el TC?. Era así nomás, del último box donde funcionó el sector para verificaciones técnicas, mas cercano a la antigua enfermería, salió eyectado el Ford de Ponce; uno de los de Lincoln Sport Group. Sí, el LSG del inefable escribano Hugo Cuervo, otra vez entreverado en problemas «judiciales», bah!, reglamentarios, técnicos. Como en el 2006, aquella vez en La Plata cuando el motor de Diego Aventin, por entonces hombre del LSG, contaba con aros de pistón mas «delgados» de lo permitido. Como otras veces mas recientes, en que la justicia del TC no se llevó nada bien y hasta suspendió y multó al escribano.

«El lastre estaba en un lugar prohibido, debe ir adentro del habitáculo y abulonado en el lugar donde iba sentado el acompañante; en este caso estaba abulonado y abajo de una cobertura ubicado, abajo del tanque de nafta; me percaté de algo cuando fuí a medir la profundidad del baúl, era lo último que faltaba, el resto estaba todo bien. Ahí me dí cuenta que había un «doble fondo» y abajo estaba el lastre», relató Alejandro Solga, comisario técnico de laACTC a VA. La pieza de plomo que oficiaba de lastre en el baúl, que incendió a Cuervo, Ponce y cía, pesaba 10 kg y medía 30×30 cm. «¿Si fue un error o hubo mala intención?, no me corresponde decirlo a mí, solo te puedo decir que el lastre ahí colocado no era reglamentario y afectaba la seguridad e incidía en la performance del auto». «¿Que no hubiera ocurrido nada si ese lastre estaba soldado?, no, no es así; para que fuera considerado refuerzo de carrocería debía ser una plancha de acero y ocupar todo el piso del baúl, y la pieza que había era de plomo y mucho mas chica». Mas claro, entendés ¿no?.

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«Usamos ese lastre en el baúl desde hace mas de un año, nunca pasó nada; es mas, si hubiera estado soldado y no abulonado, no
pasaba nada pues hubiera sido considerado como refuerzo de carrocería», argumentó en su defensa el notario Cuervo junto a
Gabriel Massei, ingeniero de pista de Ponce. «Es la primera vez que levantan el tanque de combustible»,  señaló con cierta ironía.

-¿Pensás que la revisación técnica usaron «rayo laser»?, le preguntó VA.
-(esbozó una tenue sonrisa lo mismo que su colaborador); noo, no sé; yo no estuve y no me corresponde a mi decirlo; la respuesta de Cuervo.

Un datillo: cuando caminabamos hacia la verificación a la búsqueda de la info sobre la exclusión de Ponce, VA se cruzó con un chasista-constructor de los mas, mas conocidos; caminaba junto a un motorista pelilargo; el chasista sonrió y tiró con intención, «preguntá si en (la exclusión de Ponce) tuvo algo que ver la protesta que hizo Cuervo por la prueba de Rossi en el entrenamiento con el Dodge del JP que ahora corre Savino», hecho que existió, confirmado por el mismo Gustavo Lema, «la prueba se hizo por pedido expreso de la ACTC, yo no tuve nada que ver, no me pareció mal; quizá para que todo hubiera sido
ideal, se debió informar un par de días antes», contó el siempre impecable Gus.

 ¿Historia real o ficción?

Foto Prensa ACTC

Por Carlos Saavedra

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6 COMENTARIOS

  1. SE VIENE EQUIVOCANDO SEGUIDO EL ESCRIBANO!!!!!!!!!!!!! CUANDO LO VAN A PARAR A ESE PERREROOOOOOO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

  2. No son demasiadas las exclusiones de los autos de Cuervo? A mi personalmente me quito la posibilidad de festejar en el autodromo el triunfo de Ortelli. Es inaceptable las declaraciones que se permite ralizar este «escribano» Osea que el auto de Girolami tambien tenia este lastre indebido y no lo encontraron. No solo hace trampa si no que despues admite que ha hecho más trampa aún que no pudieron detectar? Estoy indignado, lo lamento por los pilotos pero deberian hecharlo de la categoria y anular los puntos sumados por sus coches. Ya que segun el todos sus autos tienen este lastre.
    Inaceptable!!!

  3. AHORA LO SUSPENDEN PROVISORIAMENTE HASTA QUE EN PROXIMAS CARRERAS SE OLVIDE LO QUE PASO Y VUELVA A METER EL PERRO HAY QUE EXCLUIRLO DE LA CATEGORIA AL LSG . GENTE ASI HACE MUCHO MAL A LA CATEGORIA……

  4. Hace algunos años un mecanico de Canapino me dijo ¨Perro metemos todos, la joda esta en saberlo hacer¨. Claramente tenia razon y Cuervo es uno de los que esta siempre con cosas raras.

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