CUANTOS SON 35 AUTOS EN UN SEGUNDO

Por Pablo Vignone

La apretadísima clasificación de la carrera de Termas de Río Hondo quizás presagiaba, a los ojos de los oportunistas, la fantástica carrera que se vivió al día siguiente. O no. Porque la interpretación física de semejante aglomeración es, probablemente, la antítesis de lo sucedido en la pista entre Matías Rossi, Diego Aventín y, más tarde, Gabriel Ponce de León. Tuvieron asfalto suficiente para hacer las delicias. Con 35 autos en un segundo, en términos reales, eso no habría sido posible. Quizás no había entonces lugar suficiente…



Eso: ¿qué quiere decir 35 autos en un segundo desde un punto de vista puramente físico? Para algunos fue record: entre el registro de la pole-position de Mariano Altuna y el mejor tiempo del 35º clasificado, Martín Ponte, hubo 977 milésimas. Menos de un segundo. Para un circuito de 4.275 metros, eso significa que el primero le sacaba al 35º exactamente 228 milésimas (o 22 centésimas o 2 décimas) ¡cada mil metros!



Teniendo en cuenta el promedio de la pole-position, 168,916 km/h, eso significa que, en términos ideales, en mil metros Altuna le sacaba a Ponte una distancia de 10,698 metros o, lo que es lo mismo… ¡apenas dos autos de ventaja!



Eso en el plano teórico, porque en la práctica es imposible de recrear: si los 35 pilotos con los 35 mejores tiempos hubieran alineado sus autos, la fila habría tenido una extensión aproximada de 170 metros, desde la punta de la trompa del Chevrolet de Altuna a la punta de la trompa del Torino de Ponte, y más o menos la misma distancia entre los sensores ubicados en ambos autos. Si esa fila de 35 autos, uno detrás del otro, circulara homogénea y atravesara el control a una velocidad igual a la del promedio de la pole (aunque en rigor, los TC lo hacen a menor velocidad en Termas de Río Hondo, entre 140 y 150 km/h), entonces esa fila tardaría en atravesar el control no un segundo ni 977 milésimas como indicaron los relojes, sino, exactamente, 3,62 segundos, es decir, casi cuatro veces más…



Dado que el circuito de Termas es tan ancho y fluido que permite que los autos de TC anden a la par durante buena parte del recorrido, se podría imaginar entonces a esos 35 TC distribuidos en cuatro filas (tres de nueve, una de ocho, y la foto muestra claramente que hay ancho suficiente para tal cosa) avanzando alineados, a casi 170 km/h por la recta: esa fantástica masa de fierros y vértigo (casi 40 toneladas, casi 13 mil HP), atravesaría una línea en apenas 905 milésimas. Un poquitito más rápido.

Pero qué terrorífico sería, ¿no es cierto?

10/5/2010

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