ES PEDRO VIGLIETTI, de Chivilcoy. Un hombre con un recorrido valioso en el automovilismo, buena parte vivido junto a los Canapino, Alberto y Agustín.

El Titán define en Paraná el título de TRV6, y al toque va por el de Turismo Carretera en La Plata.

“Mi relación con la familia Canapino comienza durante mi paso por la subcomisión técnica de la CDA del ACA, allá por el año ´93; solía visitar el taller de Alberto para revisar los autos que construía”, recuerda Pedro, con el paso del tiempo convertido en un avezado y reconocido técnico e ingeniero de pista del automovilismo en nuestro país.

Ante la dilucidación primero del campeonato de TRV6 en Paraná, entre Mariano Altuna y Agustín, escuchá como la ve Viglietti. Este año ha integrado el Sportteam de Sergio Polze que cobija al arrecifeño, y además, es el equipo multicampeón del «V6”. Pedro se desempeña como ingeniero de pista de Canapa. Su labor profesional se extiende al Súper TC2000, hace ya varias temporadas en el equipo Peugeot Total, esta temporada como ingeniero de Matías Muñoz Marchesi y en Turismo Carretera es director deportivo del equipo de Facundo Gil Bicella.

“En el Top Race creo que Agustín tiene una ventaja importante, y viene por el lado de la capacidad que posee para entender la cinemática del auto en movimiento; es decir, saber que movimientos necesitan las partes del auto, para tener su máximo rendimiento. Conjuga la capacidad conductiva, con la interpretación física y como digo, la cinemática del auto que considero que en el Top Race es demasiado importante; esas condiciones lo hacen un piloto con muchos buenos resultados como está a la vista”, argumenta Viglietti con fundamentos.

 

Viglietti y una foto a su padre de 80 años, "un regalo al corazón", se sincera.

 

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“Los puntos fuertes de Agustín son muchos -sostiene Pedro-, pero actualmente, después de haber estado un tiempo sin trabajar con el, me encontré este año con un piloto extremadamente preciso en sus sensaciones arriba del auto; muy cauto y analítico de sus maniobras, con ganas de seguir aprendiendo. Y además, muy respetuoso de sus rivales directos en los distintos campeonatos que pelea, y vale que lo aclare, esta condición no es de ahora. Por otro lado, sabe analizar los puntos débiles y fuertes de los rivales, eso le da un poder de ataque y defensa que lo diferencia, y ayuda mucho realmente”.

Viglietti admira y respeta a Alberto Canapino por su capacidad, por sus trabajos, “cuando ya me había retirado de la CDA y después de pasar por la dirección del equipo JC, aquel recordado propiedad de Julio Nicieza de Chivilcoy, me sumé al equipo de Julio Catalán Magni que por aquellos tiempos, contaba con el asesoramiento técnico de Alberto. Fueron sólo tres carreras de TC manejando en el equipo de Catalán, y al retirarme fuí convocado por Alberto para formar parte de su grupo directo de trabajo”.

Lo que dice el técnico, lo avala con años de compartir trabajos y episodios de la vida con los Canapino, “me acuerdo que cuando empecé a trabajar con Alberto, Agustín era un chiquilín de unos 9, 10, 11 años, no más que eso; lo conozco desde su infancia. No olvido mi primera prueba en pista con el grupo de Alberto, fue en Mar de“ambo Ajo. Estaba Agustín, y fue allí donde empezamos a coincidir en los autódromos y fuí viendolo crecer”.

¿Cómo son los Canapino?,«ambosgrafica Viglietti conocedor de los dos- tienen características particulares, pero a su vez muy coincidentes en la manera que ven y practican el automovilismo. Siempre están muy atentos a las conversaciones, hablando muy poco, pero procesando mucho cada mensaje de quienes les hablan, y a su vez muy cautos al actuar. En el caso de Agustín a la hora de estar arriba de un auto de carrera merece un párrafo aparte en relación a sus condiciones que, por cierto, le conocen. Y es su sangre caliente, con picos de ebullición, jaja!”.

 

El técnico ha dialogado con VA, y habla desde otro costado.

 

-¿Y sobre la pelea final por el título de Turismo Carretera?
-Creo que Agustín puede salir nuevamente campeón de TC. Si bien llega a La Plata unos puntos debajo de Facundo Ardusso, yo lo veo con la seguridad que tuvo en el 2010 cuando ganó aquel campeonato, con una gran mentalidad ganadora y apoyado en un gran auto. Por otro lado, está muy comprometido con su grupo, la carrera pasada en Comodor, lo que hizo fue notable. Propio de quien se encuentra seguro de sí mismo y no está esperando que nadie colabore con el. El sabe y siente que va a poder, después el destino será el que tenga la última palabra. Agustín es conciente que ante sí, aparecen rivales muy fuertes como Ardusso y Josito Di Palma y con estructuras hechas y preparadas también para llegar al “1”.

Pedro, vuelve a los años en que trabajó con Canapino padre, “fue hasta mediados del 2011, pasé momentos maravillosos con todo su equipo; junto a Gustavo Inane manejábamos la división TC Pista dentro del grupo. Y tuvimos la suerte de haber visto nacer a valores como Josito, Martín Ponte, Iván Saturni, Matías Russo, incluso el debut de Matías Rossi en el TC con un auto de Ariel Bakst atendido por el Canapino Sport”.

También formó parte importante de equipos de TC, que llevaron a ganar campeonatos a Guillermo Ortelli, el Pato Silva, Norberto Fontana, “pero sin dudas –menciona- el más recordado es el de Agustín, dado que el año en que salió campeón de TC, estuve más involucrado que en los anteriores, fuí su director deportivo e ingeniero de pista con la dirección técnica como siempre de Alberto”.

A las puertas de la definición de los campeonatos de TRV6 y TC, con Agustín Canapino entre los firmes candidatos, Pedro Viglietti, transmite sensaciones y vivencias de tantos años al lado de los Canapa.

 

Por Carlos Saavedra

Foto: Twitter Viglietti y Motor Sport La Rioja.

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