Y REGALEN ESPECTÁCULO.

La 3° fecha del Turismo Nacional tiene dos características salientes: la primera, que la categoría hace su debut en el Villicum de San Juan, el flamante autódromo que tuvo su bautismo el año pasado y que, para muchos, es el mejor del país. La segunda, es que el gran dominador de la Clase 3, Leonel Pernía, cumple la suspensión impuesta por el polémico toque con el Patito Yannatuoni en La Pedrera.

El Tanito demostró en las dos carreras anteriores que, a pesar de cambiar de auto, su VW Vento es el que marca el pulso: estuvo a punto de ganar en San Luis antes del catastrófico final con paredón incluido, y ratificó su potencial en Toay, un circuito donde un buen motor hace la diferencia. «A mi entender, esta sanción es muy fuerte… aunque prefiero no hablar. Atenta fundamentalmente contra la pureza del deporte. Si cometí un error tan grosero, mínimo me tendrían que explicar qué mejorar para el futuro«, señaló Pernía sobre la sanción.

Respiren, el Vento del Tanito se tomó descanso, obligado.

Si hay algo que empareja a casi todos, es que el Villicum es una experiencia nueva. Es que sólo José Manuel Urcera, Emanuel Moriatis, Mauricio Lambiris, Julian Santero, Luis Jose Di Palma y Luciano Ventricelli lo conocen por haber corrido con el TC, lo mismo que Joel Gassmann a bordo de un TC Pista. Y a ellos hay que sumarle los Clase 3 de Diego Noceti y Ezequiel Bosio y los Clase 2 de Diego y Facundo Leanez, Marcos y Sergio Fernández, Fernando Gómez Fredes y Gabriel Da Rold, que habían probado días antes.

En los campeonatos, Alfonso Domenech defiende la punta de la Clase 3, con un pelotón que lo sigue de cerca: Emanuel Abdala, Fabricio Pezzini, Mariano Pernía, Juan Pipkin y Urcera. En la clase menor, el Pela Herrera manda, con el campeón Nicolás Posco como escolta y Julián Lepphaille, Gastón Iansa y Ever Franetovich a tiro.

 

Fotos: prensa APAT.

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