Después de los fuegos artificiales entre José María López y Juan Manuel Silva, sobre todo en el TC 2000, ambos bajo el techo del equipo Petrobrás, se dice que Víctor Rosso luego de las reuniones que tuvo junto a su socio Leo Monti, con los drivers, lanzó convencido “acá no ha pasado nada, aclaramos todo”. Y la completó así, “para mí no quedaron heridas abiertas, ahora entre ellos no sé…”. ¿En que quedamos Vichín?.

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