ENCENDIDO.

Berni Llaver tiene bien ganado su lugar en el equipo YPF Chevrolet de Super TC 2000; dirás como escudero de Agustín Canpino, y sí. Ahora si la chance le abre la puerta, no la desaprovecha, aunque haya hecho ruido que por problemas de comunicación, no escuchó la orden para que dejara pasar al arrecifeño.

Se volvió a comprobar en el atardecer porteño que Bernie acelera y bien en el Gálvez, en un puesta apuntada a dar un toque de atracción distinto en Buenos Aires. Correr a la caída del sol, los autos con luces y la iluminación del autódromo en la recta principal y la opuesta del circuito 8 que logró pasar desapercibida…

Celebración y melancolía por la pérdida de su tío. Berni en el podio.

Lleva siete ganadas el mendocino en el Super, la vespertina de la penúltima fecha que podía consagrar campeón a Matías Rossi, lo puso feliz e hizo a la vez que se le hiciera un nudo en la garganta. Hace poco falleció su entrañable tío quien lo acompañaba a muchas carreras, como desde hace tanto lo ha hecho su padre y gran respaldo.

Lo pasó a Nicolás Moscardini en la vuelta 9 de las 17 recorridas, y ante el camino despejado los intentos de Leo Pernia y Agustín, no prosperaron. Eso sí, el Titán como ante instancias donde hay mucho en juego, sacó a relucir su estirpe de campeón, hizo la pole y partió octavo por las inservibles penalizaciones, hasta llegar tercero. Como para mantener la tenue esperanza de doblegar a Matías Rossi, quinto, en el viaje del Misil al campeonato 2020.

Antes de la culminación de la temporada extendida por culpa de la pandemia, los pilotos debían descarar sus peores tres resultados. Ni aún así, la ficha podía acercarse a Canapa. Al terceto del podio, los siguieron Facundo Ardusso (a la espera de sentarse con la gente de Renault a negociar su contrato, el de Las Parejas admitió su interés por continuar, a la vez que recibió llamados de otros equipos…). Luego Franco Vivian citado por Toyota para las dos últimas fechas, luego de sumarse en otras anteriores del calendario siempre con buenas notas; complicada su continuidad al no ser un piloto/cliente, de los que aportan cifras de peso para apuntalar sus condiciones. Un párrafo para el gentil hombre Rubens Barrichello, décimo. Canapino finalizada las escasas 17 vueltas, se le acercó y le reclamó por un toque (existió) de Rubinho a Agustín. El brasileño sacó a relucir su fina estampa (aunque la estatura no lo ayude) de caballero, dijo que jamás tocó a un rival con mala intención, y experimentado, aún con las revoluciones altas; hábil apuntó sobre Agustin, «cuando se tranquilice se va a dar cuenta que no tuve ninguna intención de perjudicarlo». En tantos años, de la Fórmula 1 al Stock Car de su país, a nuestro Super TC 2000, el hombre acumula batallas, sabe de que se trata…

Fotos: prensa y comunicación equipo YPF Chevrolet.

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