DESPUÉS DEL LABURO que no se ve, puertas adentro en Falda del Carmen…

…llegó la rutilante presentación en la planta misma en el Palomar, a la vez acompañada por una mezcla de fundado optimismo y mesura. Javier Ciabattari como cabeza del equipo Citroen Total, secundado por el oficio y experiencia de años de Cachi Scarazzini y confiados en el pilotaje de Esteban Guerrieri, Manuel Urcera y la apuesta a futuro
encarnada en Martín Moggia, con el respaldo aporte económico de Mc Donald´s, hicieron pie en la benemérita Catedral del automovilismo argentino, tan venida a menos en los últimos años, que ahora pretende de la mano de la Asociación Argentina de Volantes, hacerla resurgir de sus cenizas.

El beneplácito de la dirigencia de la categoría, por el alumbramiento de Citroen fue ostensible. Así como el de los popes de equipos y pilotos, algunos más, otros menos, sabedores que en la pista se acaban las palmadas y los gestos, supuestamente, de buena onda.

 

Urcera corre adelante, Pernía lo sigue. Síntesis del Súper en Buenos Aires.

 

La seducción del equipo Citroen al Súper TC2000, comenzó apenas se «conocieron». Salvo la prueba comunitaria donde adelante insinuó Josito Di Palma, debutante en Renault dentro del esquema de Sergio Polze, el otro sabés es del de Marcelo Ambrogio, formato que pareciera tener fecha de vencimiento, lo que vino el resto del finde porteño, estuvo signado por el perfume francés que este año vino en dos formatos al Súper. Citroen y Peugeot, con la afirmación tajante de la directora de marketing y comunicación del doble chevrón, Valentina Solari y de su par en Peugeot, Sebastián Sicardi, que no habrá «confrontación y sí sana competencia» entre los hermanos de un mismo padre, el Grupo PSA, variable que de todas maneras, agrega un condimento más al panorama.

Lo que vino después, lo viste, te lo contamos, lo escuchaste. Fue Urcera el que tomó la bandera y los dejó a todos acaso con la boca abierta, más allá que el «que dirán» y el amor propio, no tolerara tal reconocimiento. La seducción continuó.

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De la mano del rionegrino fueron al bolsillo la clasificación; el  Sprint clasificatorio, innovación puesta en práctica para fortalecer el espectáculos de los sábados en muchas ocasiones, alicaído y sin relevancia. Y el domingo vino el golpe de gracia, frente a tribunas casi colmadas, en lo que mucho tuvo que ver la acertada y discutida a la vez estrategia de distribuir entradas sin cargo, que avalo desde este espacio, con la salvedad que a la hora de contar miles y miles de concurrentes, se debería explicitar como colaboró la movida empleada para ofrecer el marco, la foto que la categoría precisaba indispensablemente para el puntapié inicial tratándose de Buenos Aires.

Hasta la próxima en Potrero de los Funes, quedaron stand by los dimes y diretes, la patinada ante la mejor platea, la del Autódromo Oscar y Juan Gálvez, donde todo reluce mucho más y a la vez, donde los pasos en falso se hacen más notorios. El vodevil originado esta vez no en los V8 ingleses, unos cero kaeme otros utilizados hasta el campeonato anterior puestos en valor, el Talón de Aquiles 2016.

No hicieron hablar los motores, les tocó a las trompas de los autos. Sus formas, sus medidas no respetadas, dieron pie a la primera telenovela del año, que tuvo a todos los protagonista que pidieras. Desde ya, cada uno con su librito y con la pretensión que erigirse en el «muchachito de la película», incapaz de alguna avivada y, juraron, respetuosos a raja tablas de lo reglamentario. Eso sí, ante la mirada acaso impávida de la autoridad, la CDA del ACA que como rubricó en voz baja a un técnico muy capaz, cultivador del bajo perfil que
alinea en uno de los equipos oficiales, las postulaciones reglamentarias nacen de la categoría, supuestamente consensuadas con los equipos y la CDA le pone el sello. ¿El mundo del revés?, andá a saber. «Esto es un negocio, el Súper TC2000 es una empresa y dueña por lo tanto del negocio», firmó ese técnico con tonada apenas perceptible y una sonrisa que reflejó, pícara.

¿Quien tuvo la razón en el asunto de las trompas?; ja!, viste lo difícil, tedioso y la impotencia que te genera en la la Argentina, poner blanco sobre negro y saber a quien asiste la razón, en cualquier orden eh?. Bueno, no ocurre sólo el Súper TC2000, en el automovilismo nacional todo se refleja lo mismo. ¡Somos argentos y a mucha honra, que joder!

En tanto en otra historia, mucho más placentera, después del «flechazo» a primera vista, Citroen se ocupó de hacerle el amor al Súper TC2000. Y como dijera el genial Peter Capusotto, «¡está biennn!».

 

Por Carlos Saavedra
Foto: AIF

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