HASTA DE LO MÁS TERRIBLE se puede rescatarse algo que ayuda a mitigar el dolor. Sino, leé lo que te vamos a contar y vas a entender que es posible.

El pequeño Marco Scaravelli era un niño italiano de tan sólo 6 años que soñaba con seguir los pasos de ídolos del motociclismo como Rossi o Iannone. La mala suerte se interpuso en esta ambición cuando el pasado sábado perdió el control de su minimoto e impactó contra una pared del circuito de la población italiana de Dosolo.

La dureza del choque le causó la muerte al pequeño por traumatismo cranoencefálico, pese a estar protegido con el buzo de seguridad y casco. Estas motos pueden llegar a alcanzar velocidades de hasta 60 km/h.

El futuro de Marco se truncó, pero le dio chances a que continúe el de otros chicos.

 

Pese al dolor, los padres de Marco quisieron convertir esta desgracia en una noticia de esperanza para otros pequeños. Por ello, han donado los órganos de su hijo. Sus riñones, el hígado, el corazón y los pulmones de Marco encontraron un receptor.

Su padre publicaba con orgullo en Facebook el siguiente mensaje: «Marco siempre ha sido un niño feliz, alegre y generoso, dispuesto a compartir un trozo de chocolate con mamá y papá, un juego con un amigo. […] Hoy, Marco ha decidido donar sus dos riñones, el hígado, los pulmones y el corazón. Hoy, gracias a Marco cinco familias tendrán una oportunidad para la esperanza. Hoy, gracias a Marco cinco niños pueden comenzar una nueva vida».

Marco, montado sobre la moto con la que sobrevino el desenlance fatal.

 

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Fuente y fotos: La Nueva España.

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