LA ULTIMA MARAVILLA

DEL JOVEN MARAVILLA

Por Pablo Vignone



1. A los 23 años, 4 meses, 11 días, Sebastian Vettel se transformó en el campeón mundial más joven de la historia de la Fórmula 1. Además de haber sido el piloto que más puntos sumó en los 19 Grands Prix de 2010 es, también, uno de los que más carreras ganó (5 de 19, en Malasia, Valencia, Japón, Brasil y ésta de ayer en Abu Dhabi), y el que más pole positions conquistó (10 de 19), de manera que no puede establecerse demasiado debate acerca de la legitimidad de la conquista.



2. Visto de otro modo, el conjunto Vettel-RedBull RB6 -Renault RS27 V8 fue el paquete más veloz de la temporada, aunque el motor francés no siempre fuera el más rápido. Que el coche pergeñado por el cerebro británico de Adrian Newey era el más acabado modelo del año en términos de prestaciones e innovaciones, nunca quedaron dudas. Vettel rubricó esa condición con un cierre de temporada aplastante.

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3. Presumiblemente por problemas de preparación, el arranque del alemán en la temporada 2010 no fue lo exquisito que sugerían sus vueltas individuales. Bahrein o Melbourne resultaron decepcionantes. Quizás por esa razón nunca alcanzó a consolidarse en la punta del Mundial. Como para agregar combustible al fuego, produjo errores evitables, como en Estambul o en Spa Francorchamps. Que el torneo estuviera tan apretado entre varios pilotos y que fuera Fernando Alonso el que impuso el ritmo desde la segunda parte lo mantuvieron en liza. Hasta este final demoledor.



4. Sólo en cinco de los 19 Grands Prix no largó en primera fila. Pero si al principio de la temporada le costaba sostener esa presión, sobre el cierre aprendió la lección. Ganó tres de las últimas cuatro carreras del año (en Japón, Brasil y Abu Dhabi) y habrían sido cuatro sobre cuatro de no haberse roto el V8 en Corea, cuando era líder. En ese período de cuatro Grands Prix (algo más del 20 por ciento de la temporada), sumó 93 de los 256 puntos que lo consagraron (el 36 por ciento de la cosecha total). En ese mismo lapso, su compañero Mark Webber juntó apenas 40 porotos.



5. El abogado austríaco Herr Doktor Helmut Marko corrió 10 Grands Prix de Fórmula 1 entre 1971 y 1972, pero recién subió al podio en Abu Dhabi. Mentor de Vettel desde hace cinco años, le fue concedido el honor de recibir el trofeo al equipo ganador, RedBull, cuyo ambiente supo enturbiar acabadamente a lo largo del año a causa de su manifiesta predilección en favor del alemán. El resultado lo absuelve: de no haber sido por su insistencia, el equipo podría haberse volcado hacia Webber, que en el cierre no rindió a la altura de las circunstancias. «Si hubiéramos cambiado las posiciones en Brasil (cuando el alemán ganó delante del australiano), Seb no sería ahora el campeón» recordó Marko con euforia.



6. Webber colaboró, indirectamente, para coronar a Vettel, y también fue evidente que hasta último momento corrió en contra de las posibilidades del pibe de Heppenheim. Era el rival más directo de Fernando Alonso, fue el más flojo de los contendientes en la clasificación. Cuando se detuvo en la vuelta 11, distrajo a Ferrari, especialmente cuando tras la detención empezó a marcar tiempos de vuelta marginalmente más veloces que los de los coches italianos. Ese suceso fue clave para la resolución del título. Después, detrás de Alonso casi toda la carrera, no lo atacó: sus chances estaban perdidas y si lo superaba sólo cimentaba las de Vettel.



7. «Después de la carrera siempre es fácil ver cuál era la mejor estrategia» defendió Alonso a su equipo. Pero lo evidente es que descuidaron a Vettel. Por cubrir a Webber, a quien consideraba su único rival por el título, Ferrari apostó a un cambio de neumáticos en el giro 15 (cuatro después que el australiano) que a la luz de los resultados resultó precipitado. Ese descuido y la tibia largada de Alonso (perdiendo un puesto a manos de Jenson Button) pueden estar conectados: ¿hubo excesiva confianza en el equipo italiano en los momentos previos del Grand Prix, después de una magnífica clasificación sabatina?



8. Honrosa manera de entregar el título, Button terminó tercero. El inglés largó con gomas blandas, como Alonso, y en el momento en el que español se detuvo viajaba un puñado de segundos por delante. Su parada se demoró hasta la vuelta 39, demostrando que las cubiertas podían resistir el embate sin perder rendimiento. Si, simplemente, Alonso lo hubiese seguido, habría ganado la corona. «Tomamos una mala decisión en la estrategia por tres razones -concluyó el director deportivo de Ferrari, Stefano Domenicali– estuvimos corriendo a un rival con dos coches, estábamos demasiado preocupados por el ritmo de desgaste de los neumáticos blandos y no tuvimos en cuenta la dificultad de superar a otros autos en la pista».



9. En clasificación, de la mejor vuelta de Vettel (1º) a la de Alonso (3º) hubo sólo cuatro décimas de segundo. En carrera, del mejor giro del alemán (1m41s739) al más veloz del español (1m42s227) hubo cinco décimas. Casi la misma diferencia. Pero al final de las 55 vueltas hubo 43s7 entre Vettel (1º) y Alonso (7º), algo así como 8 décimas de segundo por giro. Eso prueba cuánto lo perjudicó a Alonso el tráfico devengado de la temprana detención. Su karma fue el ruso Vitaly Petrov, que se había detenido en el primer giro (aprovechando la neutralización tras el choque de Schumacher y Liuzzi), que se está jugando la continuidad en el equipo Renault y que aprovechó un alerón de dimensiones reducidas para tener más velocidad final, clave en esta pista.



10. Sin curvas que puedan considerarse tales, reemplazadas por esquinas de escaso radio, el circuito de Yas Marina en Abu Dhabi, una maravilla de la ingeniería pero poco desafiante para la conducción arriesgada, favorecía menos a los RedBull (que aplastan cuando hay curvas largas y veloces) que a los McLaren (que se sienten más cómodos en los rectilíneos), y por eso Lewis Hamilton y Button marcaron los dos mejores tiempos de la carrera y completaron el podio. Con esas características del trazado, el supremo talento de Alonso contaba con escaso terreno propicio para volcar a su favor un desarrollo adverso desde la vuelta 25 en adelante, cuando comprobó que Petrov disponía de mayor velocidad. «Corrió como si se estuviera jugando la vida -se lamentó Alonso- Fue un pelito demasiado agresivo». Vettel, en cambio, con pista libre todo el Grand Prix (lideró 40 de las 55 vueltas), manejó libre de tensiones. Ni siquiera pensó en el título mientras corría: «Intenté no pensar en nada, sólo en ganar la carrera», explicó luego. «Simplemente me concentré en mí y de repente empezaron a gritarme por la radio y a decirme que éramos campeones del mundo».

Foto: Motorsport.com

14/11/2010



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2 COMENTARIOS

  1. Sr. Vignone, su nota sufrió dos fuori pista …el primero en el punto 2 y el restante en el punto 4, por lo que me gustaría recordarle que los motores de F1 desde hace algunos años abandonaron la arquitectura V10, y pasaron a ser V8….

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