SI EL HOMBRE SUELE tropezar dos veces con la misma piedra, un rallista bien puede despistarse dos veces en el mismo tramo de velocidad.

Le pasó en la primera etapa del Rally de Argentina a Marcos Ligato,  el compatriota que le puso el toque local al grupo mayor de la cuarta fecha del  Campeonato Mundial, algo que no ocurría desde el 2011 con la presencia del ahora ausente Federico Villagra. Es un plus para la 36ª edición de la carrera, porque siempre atrae ver medirse a un argentino con los mejores de la categoría, más allá que en este caso no se le pida que les haga frente a los VW Polo de Jari Matti Latvala y el tricampeón Sebastien Ogier,  los dominadores de la etapa inicial seguidos del ascendente Hyundai del neocelandés Hayden Paddon.

 

El Citroen de Ligato llegó con la parte delantera muy golpeada al primer paso por el Parque de Asistencia de Carlos Paz.

 

Ese tramo maldito para Ligato fue el que por veloces 23,850 kms. unió Santa Rosa con San Agustín, y que completó el cuarto y octavo tramo de velocidad del día. Por la mañana el Citroen de Ligato siguió de largo tras un vado. “Nos entusiasmamos y al agarrar el barro patinamos, el auto se bloqueó, siguió derecho y se paró el motor. Al arrancar levantó temperatura y tuvimos que detenernos. Pensé que abandonábamos porque un piedra golpeó el radiador pero pudimos seguir” , contó el argentino en el soleado mediodía durante su paso por el Parque de Asistencia acompañado de su navegante Rubén García. El desliz le hizo perder tres minutos y cayó del octavo al undécimo lugar.

Por la tarde, volvió a despistarse en un retome  pero unos kilómetros más adelante.”Fue menos serio porque sólo caímos en una cuneta pero enseguida salimos” , relató en la fresca noche junto al Lago San Roque, con el fondo del “Bravo Ligato” coreado por quienes se le animaron a la noche y el frío. Por este despiste, Marcos no cedió puestos, y encima ganó dos ante los retrasos del estonio Ott Tanak y el italiano Lorenzo Bertelli. Quedó a 31s 3/10 del francés Eric Camilli, su objetivo más cercano en su afán de trepar posiciones para cumplir el objetivo de terminar entre los cinco primeros. Un objetivo que complicaron pero no derrumbaron sus despistes.

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Los Polo dominaron el Súperespecial nocturno con el 1-2 de Ogier-Mikkelsen.

 

Sin ocultar su bronca por esos despistes, Ligato no dejó de reconocer el buen funcionamiento del Citroe DS3, atendido por el PH Motorsport. Es el mismo que el año pasado, como equipo oficial, ganó este rally, con el británico Kris Meeke al volante. “Ese buen antecedente es lo que me entusiasmó para querer subirme a  este auto”, destacó Marcos quien pudo subirse al Citroen gracias la gestión de Olivier Maroselli, un francés que integra el Tango Competición en el certamen argentino, y con experiencia anterior en los equipos Hyundai y Mitsubishi en el Mundial. No fue un acceso gratuito, según cuentan sus allegados, Marcos debió poner sobre la mesa unos 300.000 euros.

Ligato buscaba seguir haciendo su carrera  en una segunda etapa que arrancó con un tramo (Villa Bustos-Tanti), que conocía muy bien y que en el ámbito general,  constituía un exigente examen para el tema seguridad por correrse en tramos cercanos a la ciudad, y en un día feriado lo que aumentaba sin dudas la buena concurrencia que tuvo en el comienzo. Por ahora la seguridad sacaba un aprobado. Ojalá sea la nota definitiva.

 

Por Miguel Sebastián (Especial desde Carlos Paz)

Fotos: Mónica Paz

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