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El Citroën 2CV y el Citroën 3CV han despertado y despiertan mucho interés entre los fanáticos de la marca en nuestro país. Autos que han formado y aún forman parte de tantos episodios en las vidas de mucho. Aún se observan muchísimos circulando por las calles, los habrás visto. Ahora bien, cuales son las diferencias entre ambos modelos, sus prestaciones y equipamientos ofrecidos en la Argentina.

Hasta el día de hoy, el 2CV fue el modelo más fabricado por Citroën en toda su rica historia. A nivel mundial, su producción se desarrolló entre 1948 y 1990, mientras que en la Argentina se fabricó desde 1960 a 1979.

La diferencia fundamental entre ambos tuvo que ver con la potencia del motor. El Citroën 2CV con motor de 425cc mientras que el 602cc el 3CV. El 2CV evolucionó hasta llegar a 18 CV, mientras que el 3CV supo erogar hasta 32 CV de potencia. El 3CV presentaba una mayor superficie de frenado, para equilibrar la mayor potencia desplegada por el motor. La diferencia de velocidades máximas oscilaba entre 15 y 20 Km/h, y lo realmente distinto era la reacción de ambos modelos. El tránsito argentino evolucionó, y el 3CV fue el que supo comportarse mucho mejor a los tiempos en los que fue furor en ventas.

En cuanto a la suspensión, el 2CV no contaba con amortiguadores hidráulicos, traía amortiguadores a fricción. Por esa razón se “hamacaba”. La suspensión por fuelles horizontales interconectados evolucionó, de ahí que en el 3CV, se instaló un sistema de mayor diámetro, con resortes más potentes.

Los faros de los guiños del 2CV se ubicaban en los laterales superiores, entre las ventanillas traseras y las terceras ventanas. En tanto, en el 3CV se ubicaban en la parte frontal del guardabarros delantero. La apertura de las puertas, realmente diferente. En el 2CV las puertas se abrían de adelante hacia atrás, mientras que el 3CV lo hacía de atrás hacia adelante, como es hoy la manera tradicional de abrir las puertas de los vehículos de calle.

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Las cubiertas. El 2CV venía con cubiertas de 125 y el 3CV de 135. Asimismo, las tasas del 2CV eran redondeadas, y las del 3CV planas. Como curiosidad, la misma llave de ruedas servía para desmontar los guardabarros delanteros. La apertura de la capota del 2CV se quitaba desde el exterior, enrollándose hasta la mitad del auto o el final, según lo que le gustara al  usuario. Luego, el 3CV se pudo realizar desde adentro y en tres posiciones diferentes.

En cuanto al interior entre uno y otro, cambió el tablero y los tapizados, principalmente los colores y los paneles de puerta. El velocímetro del 2CV otorgaba hasta 110 km/h, aunque no era la velocidad final que desarrollaba. Por su parte, el tablero del 3CV ofrecía fijó 120 km/h y llegaba sin inconvenientes a esa velocidad.

En cuanto a la posición de manejo, lo fundamental era la de pedalera. La del 2CV salía directo del piso, tenía dos pistones con los pedales de embrague y de freno, mientras que al 3CV le incorporaron la pedalera colgante, que venía desde arriba y eso ofrecía mayor confort al manejar.

 

Fotos: Prensa Citroën Argentina.

 

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