NO HABRÁ NUNGUNO IGUAL

                                                  

¿O habrá alguien como John Surtees que pueda enorgullecerse como lo hizo durante más de medio siglo de haber sido el único piloto campeón mundial de Fórmula 1 y Motociclismo?. Un orgullo que desde el pasado viernes 10, exhibe desde el más allá luego que una afección pulmonar le bajase la bandera a cuadros de la vida  a este inglés nacido el 11 de febrero de 1934. «Big John»· como lo conoció el ambiente del automovilismo internacional, no por su fisico, sino por su talento conductivo y capacidad técnica.

Surtees sumó siete titulos mundiales de motociclismo entre las clases 350 y 500, todos con MV Augusta.

 

“Creo que en esta época sería menos complicado lograr ambas cosas porque el funcionamiento de un auto y una moto están más cercanos y comparten mucha tecnología…» contestaba Surtees, cuando se le recodaba su hito distintivo en el deporte mundial. “Podría haberlo conseguido Valentino Rossi, pero no quiso tener la oportunidad…” teorizaba.

Nadie imagina por estos días de alto profesionalismo a un piloto campeón de motos y Fórmula 1. Menos imagina que algún piloto haga el  recorrido que hizo John en el verano del 60, mechando en sucesivos fines de semana sus últimas carreras en moto en la búsqueda de dos títulos mundiales con sus primeros pasos en la Fórmula 1. Así alternó varios fines de semana entre la MV Augusta, con la que era casi imbatible y fue campeón en 350 cc (1958 a 1960))  y 500 cc (1956-58-59-60), con el Cooper de sus palotes iniciales en la Máxima. Su debut en la F 1 en Mónaco, llego siete días después de ganar con su MV Augusta el Gran Premio de Francia de Motociclismo en el pintoresco Clermont Ferrand y dos semanas más tarde de correr con un Cooper TS 45 de F 2 en una carrera sin puntaje de F 1 en Silverstone, Inglaterra. Del auto a la moto y de la moto al auto sin parar, como después de su debut monegasco hizo Surtees para ganar por cuarta vez en la famosa y peligrosa Isla de Man y en Bélgica y luego retornar a la Fórmula 1 para obtener en su patria su primer gran resultado con un segundo puesto en Silverstone.

El antiguo Nurburgring era uno de los circuitos preferidos de Surtees. Allí debutó como ganador en el Mundial en 1963 tras dominar a Jim Clark.

 

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También asoma como irrepetible la forma en que Surtees consiguió en 1964 su único título mundial en Fórmula 1. Lo hizo sobre una Ferrari, pero que no fue roja, como la que coronó a sus antecesores y sucesores con la escuadra de Maranello, sino una azul y blanca. ¡Una Ferrari azul y blanca en F 1! Si, aunque parezca increíble, porque así lucieron los autos del equipo italiano en Estados Unidos y México, las dos últimas carreras del campeonato, cuando corrieron con los colores del NART, la escuadra que bajo la dirección de Luigi Chinetti, el importador norteamericano de la marca italiana la representó en estas fechas decisivas por una disputa de Enzo Ferrari con la FIA por la negativa a otorgarle la homologación del modelo 250 LM Sport. Contrariado, Ferrari no presentó equipo oficial pero para no perder las chances a la corona delegó la representación en el equipo NART.

La definición del título en pista también quedó en la historia. Fue emocionante aquella carrera en el antiguo circuito de Magdalena Mixhuca (actual Hermanos Rodríguez) ya que en las últimas dos vueltas la corona coqueteó por la cabeza de tres pilotos. Parecia destinada a Jim Clark tras su dominio desde la largada pero en la anteúltima vuelta un problema con la presión de aceite de su Lotus lo dejó con la frustración. Retrasado, igual comenzó  festejar Graham Hill, ya que el tercer lugar no le alcanzaba a Surtees para atrapar el titulo pero para fortuna de John, por delante de su Ferrari 158  marchaba la de Lorenzo Bandini. La desesperada orden al italiano para darle paso no se hizo esperar y se concretó cerca de la llegada. El segundo puesto de Surtees, detrás del ganador Dan Gurney, le abrió  las puertas del título y de su ingreso a la historia como el único campeón mundial de motociclismo y Fórmula 1.

La relación de Surtees con Enzo Ferrari tuvo altibajos,aunque el Commendatore siempre reconoció la capacidad conductiva y técnica del inglés

 

 

Tan reconocido como  talentoso y veloz en una época de grandes figuras (Clark, Graham Hill, Gurney,  Brabham), Surtees ganó también fama por una personalidad fuerte y contestataria. Esto no tardó en generarle problemas en las intrigas de Ferrari, especialmente en su relación con el técnico Eugenio Dragoni. La gota que desbordó el vaso llegó en los entrenamiento para las 24 Horas de Le Mans cundo al equipo que integraron Surtees y Ludovico Scarfiotti para compartir la Ferrari P3 se le sumó Lorenzo Bandini por orden de Dragoni que consideraba que Surtees, que todavía mostraba algunas secuelas de un grave accidente en las prácticas de una carrera de la Copa Can Am en Mosport, Canadá, no estaba en condiciones de mantener el ritmo de punta que se necesitaba para hacerle frente a los poderosos Ford. Al enterarse, y ofendido en su alto orgullo, Surtees le pidió a Dragoni el retiro de Bandini. Sin respuesta positiva, ahí mismo pegó el portazo dando por concluida su etapa con Ferrari. Una semana antes, Surtees  había ganado en el dificil y peligroso Spa  belga de aquellos años, y bajo una torrencial lluvia, la que consideró la mejor de sus 6 victorias en el Mundial de Fórmula 1 sobre 111 Grandes Premios largados entre Mónaco 1960 e Italia 1972.

Sobre una Ferrari con insólitos colores azul y blanco, Surtees consiguió en México 64 su único título mundial.

 

Emigrado a Cooper, donde completó la temporada con un triunfo en México y el subcampeonato, su llegada a Honda en 1967 le dio la posibilidad de una gran revancha. Fue su triunfo en Monza, que John dedicó, y no con los mejores términos (se habló de un corte de manga) a Don Enzo. La marca japonesa conoció también sus dotes de gran tester y su personalidad. Se vieron al negarse a conducir el flamante  Honda RA 302 que el equipo presentó en el Gran Premio de Francia. “Es muy inestable y una bomba de tiempo” diagnosticó sobre ese modelo, más liviano y potente que su antecesor, el R 301 al que finalmente se subió John. Ansioso poro correr en su país, Jo Schelesser se le animó a ese auto que Surtees consideró peligroso y aconsejó no sacar a pista. El francés pagó la osadía con su vida que terminó en la hoguera en que se convirtió el auto tras su despiste en la tercera vuelta bajo un diluvio.  El drama confirmó el pálpito de Surtees, quien con el viejo modelo escoltó a Jacky Ickx, el ganador primerizo aquel domingo en Rouen.

Incentivado por los éxitos de Jack Brabham y Bruce McLaren, Surtees se lanzó a la aventura de su equipo  de Fórmula 1 a mediados de 1971. No tuvo la misma suerte que sus colegas. Ni John ni el resto de los pilotos que pasaron luego de su retiro en 1972, lograron la ansiada victoria en el Mundial. Como consuelo se alzó con un par de victorias en la Copa de Oro (carrera de F1 sin puntaje) en Oulton Park, con Surtees al volante. Un poco más exitoso fue su equipo de Fórmula 2, donde además de ganar alguna carreras, su antiguo rival en las motos, Mike Hailwood, se coronó campeón en 1972, en una temporada que también vio sobre sus autos al argentino Carlos Ruesch.

La muerte de su hijo Henry en una carrera de F 2 fue un duro sobre golpe para Surtees. Como homenaje creó una fundación.

 

Surtees salió vivo de una época muy peligrosa del automovilismo pero paradójicamente a los 75 años vio morir en la pista de Brands Hatch a su hijo Henry (no llegó a tener la trascendencia de su padre)  durante una carrera de F 2 en el 2009. Para atenuar el dolor, creó la Fundación Henry Surtees, la misma que anunció el viernes 10 que John ya habitaba en el recuerdo junto a su irrepetible récord.

 

Por Miguel Sebastián

Fotos: f1tecnicalnet.com y grandprixhistoric.com

 

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