Existen solo dos carreras de este tipo en todo el mundo del automovilismo. Es una práctica inusual ésto de correr en circuitos callejeros, de noche y con luz artificial. Sucede en Singapur, del otro lado del planeta, y aquí, en la capital santafesina 

En el exótico destino asiático se erige un circuito en plena bahía para hospedar desde el 2008 un Grand Prix de Fórmula 1; en Santa Fe se utiliza el mismo circuito, sobre el boulevard, con vista al Paraná, desde 2009. En F-1 compiten 24 autos, la misma cantidad que trajo el Super TC2000 a esta ciudad. Pero unos cuestan más de un millón de euros por unidad; los otros, dicen, pueden ser valuados en algo así como 150 mil dólares. ¿Diez STC2000 equivalen a un F-1?. Esa equivalencia no tiene correlato en el precio del show. 

José María López en el callejero de Santa Fe.

El Grand Prix le cuesta a Singapur unos 120 millones de dólares, de los cuales el gobierno de ese país se hace cargo del 60 por ciento. Esta competencia de Santa Fe, en cambio, se hace por algo más de dos millones de pesos, según cuentan a VA fuentes de la organización. “Queremos que la carrera se autofinancie –asegura el intendente radical José Corral- Nos gustaría que el esfuerzo económico de la ciudad sea el menor posible y a futuro poder ganar dinero”.

Por el equipo de VA, desde Santa Fe

Foto: AIF

 

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