LLEVA A LA COMPETICIÓN EN EL ALMA.

Juan María Nimo, el «Gatito» y su historia dura, tremenda que superó con enormes ganas y fe. En octubre de 2006, a los 18 años, corría y soñaba arriba de su moto de motocross, iba por un título argentino hasta que se le interpuso en su camino, el accidente sufrido mientras entrenaba en el circuito de Cañete, cerca de la ciudad de Concepción, Chile.

La caída fue muy seria luego de un salto en bajada, salió despedido de la moto del equipo Suzuki del país trasandino, y pegó con su cabeza en la moto. La consecuencia fue de extrema gravedad, padeció una lesión medular a nivel del tórax que le provocó parálisis en las piernas y lo obligó de ahí en más a movilizarse en una silla con ruedas.

Nimo desarrolla habituales actividades comunitarias y conscientizadoras.

El tiempo que se le abrió por delante a Juan María, le deparó vivencias muy difíciles de sobrellevar y a la vez, le dio paso a una nueva forma de vida cargada de ganas por salir adelante. «He tenido la suerte de vivir una vida como todos y la vida con una discapacidad, y la verdad, me quedo con la que tocó después del accidente. ¿Por que?, porque me enriquecí desde todo punto de vista, teniendo posibilidades de vivir desafíos permanentes, de hecho tengo la posibilidad de vivir un desafío constante”, ha asegurado Nimo, un habitante más del mundo de los fierros en la Argentina.

Habrás visto que supo correr en auto, en la Copa Bora más precisamente entre 2017 y 2018, siendo el primer piloto con una discapacidad, en participar en competencias automovilísticas en nuestro país con vehículos adaptados. A su vez, su ímpetu inquebrantable, también lo llevó a intervenir en otras disciplinas como sky sobre nieve y acuático, jet, motocross, supercross, karting en asfalto y tierra, supermoto, cuatriciclos y danza y acrobacia aérea.

Y hasta ha tenido un grupo de rock y en 2013, unió en su silla con ruedas, el centro de su ciudad Neuquén, con el Obelisco en Buenos Aires, «planificamos cubrir los 1200 kms en 17 etapas, con dos días de descanso a un promedio de 70 kms por día. Hice el trayecto con  una silla maratón, con la tercera rueda adelante y empujando con mis manos manos, los anillos de la rueda. La fabricamos nosotros porque necesitaba una silla travesía, para estar entre ocho y diez con viento en contra; fue un gran desafío», supo recordar Juan María.

En las calles, cuando unió las ciudades de Neuquén con Buenos Aires.

A semejante vertigó, sumó su aporte constante en acciones enfocadas hacia la comunidad. Nacido en Neuquén capital, en enero de 1988, su primer acercamiento con los fierros fue el Mini Cross donde se desarrolló hasta con el transcurrir de los años, convertirse en profesional y alcanzar victorias y campeonatos regionales, nacionales e internacionales. «Mi rehabilitación finalizó cuando pude ser independiente, y puedo decir que hoy vivo y dependo de mí mismo”, ha asegurado Juan María.

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Convencido de su compromiso hacia la gente, el neuquino brinda charlas motivaciones y a la vez ha sido convocado por el RUS Med Team. El equipo que conducido a nivel general por el empresario Mauro Medina, luego del paso exitoso por el Turismo Nacional, se ha integrado desde 2020 al TC Pista y TC Mouras dentro de la órbita de la ACTC.

En el marco del programa de responsabilidad social empresaria que lleva adelante el RUS Med Team, el «Gatito» participa en acciones conscientizadoras y apuntadas también a impulsar, a motivar a personas con discapacidades físicas. En tal sentido, en la última carrera de Turismo Carretera y TC Pista en Neuquén, previa al parate debido a la crisis originada por la aparición del coronavirus, Nimo llevó a la práctica una acción que ideó, y que tuvo lugar en el playón del circuito neuquino junto a los pilotos de TC Pista del RUS Med Team, Pedro Boero y Esteban Cístola.  Estuvo apuntada a remarcar como salir adelante y superar obstáculos, aquellos que por discapacidades fisicas, deben movilizarse a diario en una silla con ruedas.

El Gatito junto a Agustín y Alberto Canapino, en la acción en el Autódromo de Neuquén.

También colaboraron con la movida, otros pilotos como el campeón de TC, Agustín Canapino y el conocido ex corredor Roberto «Tito» Urretavizcaya. Fue dibujado un pequeño circuito, que los pilotos debieron recorrer en sillas con ruedas, simulando habituales condiciones existentes en veredas y calles, con tierra, arena, piedras, y otras dificultades que deben ser superadas en el día a día por parte de aquellos que se movilican en sillas con ruedas. La acción despertó el interés de muchos, incluyendo a representantes de las áreas de discapacidad de distintas provincias. Lo dicho, podría hacer que se reiterara en otros escenarios donde compitiera el TC, una vez reiniciada la actividad, fecha que por razones obvias, aún resulta incierta.

Lo que no resulta incierto, son el compromisio y ganas del Gatito Nimo por vivir y transmitir ese optimismo a todos.

 

Fotos: Prensa RUS Med Team y Facebook Nimo.

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