EL DEBATE LUEGO DE LA PIÑA EN LA PEDRERA

Como suele suceder ante episodios conmocionantes, polémicas, discusiones debido a accidentes múltiples y serios como el ocurrido en La Pedrera por donde pasó el Turismo Carretera, afloran al toque.

Impresiona. Como quedó el auto de Moriatis. El habitáculo resistió como correspondía.

No te descubrimos nada si mencionamos los riesgos del circuito puntano entubado entre paredones. Son mayores los que insume, y quedaron a la vista ante el piñón de Emanuel Moriatis y la sucesión de encontronazos de los que Carlitos Okulovich llevó la peor parte. El misionero ya sabe lo que es pasarla fea en un accidente, basta con recordar aquella piña con el Honda Civic en 2007 de TC2000 en el Zonda de San Juan, donde sufrió serias lesiones luego de pegar de punta contra uno de los muros de cemento.

¿Que puede mencionarse a modo de análisis, sobre lo vivido en La Pedrera?.

La impresión inicial surge al observar el estado en que quedó el Ford de Emanuel, destrozado pero con la célula de seguridad intacta, además del tanque de nafta desprendido pero sin derramar combustible pese al terrrible impacto. Aunque con golpes que derivaron la atención médica, Moriatis no sufrió casi consecuencias físicas. En el caso del auto de Okulovich, en un segundo impacto luego del que tuvo con el de Moriatis, recibido en el lateral delantero izquierdo, quedó a este escriba la duda acerca de como asimiló el impacto el Torino.

Otro apunte lleva a enfocar el proceder de los pilotos ante el impresionate choque, la inmensa mayoría (hubo alguna excepcióny las autoridades tomaron nota…) no siguieron a fondo al pasar por el lugar. No se notaron esos procederes tan erráticos como en otros episodios trágicos algunos como la muerte de Guido Falaschi, (nunca aclarados sus motivos en forma fehaciente). Okulovich, primero en toparse con Moriatis intentó esquivarlo y en parte lo logró; y acerca de los demás el noventa por ciento, levantó el pie, el noventa por ciento… Este punto es clave, la actitud de los pilotos en circunstancias semejantes, esta vez «pensaron» aún con las pulsaciones a mil.

Carlitos Okulovich llevó la peor parte. Trasladado al Hospital Italiano, evolucionaba (Foto prensa Okulovich).

La seguridad pasiva del circuito, hecho según normas de la FIA, protegidos los muros en lugares más comprometidos por «muñecos» de gomas enzunchados, cumplieron el cometido en la piña bien ajustados, así no se vio esa grotesto y censurable imagen de gomas volando por el aire ante el golpe de un auto.

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Ahora, sobre la curva donde se originó el accidente (hubo un roce del auto de Moriatis, según puede observarse en unas imágenes, que lo descontroló) luego de sucedido, surgieron las voces de Guillermo Ortelli, el Pato Silva, Matías Rossi, Agustín Canapino y otras firmas, cuestionando la disposición de los muros internos, demasiado altos no permiten disponer de la visión óptima, lo que convierte en «ciego» al veloz viraje (transitaban a unos 170 km/h). Según varios de ellos, la objeción importante, la planteraron a los responsables del circuito luego de la carrera inaugural a mediados del año pasado. Hay que ver si también la trasladaron a la dirigencia de la ACTC. Lo cierto es que esas observaciones de los corredores, no encontraron eco. También fue cierto que los mismos pilotos, no habían remarcado con enfasis antes de ir a correr, la falencia como hubiera correspondido. Afloraron las observaciones a poco de sucedido el palazo; tarde en tal caso para recordarlo…

Cuando suceden en el automovilismo nacional, episodios que conmocionan, irrumpe más tarde con el transcurrir de los días, la necesidad, hasta la obligación de aprender sobre un hecho consumado. No han ocurrido lamentablemente en demasidas ocasiones.

En cuanto al estado de los pilotos lstimados, el último parte médico había indicado que a Okulovich se le realizaron tomografías de control de cráneo y pelvis en el Policlínico Eva Perón de Villa Mercedes, antes que en avión, lo trasladaran al Hospital Italiano de Buenos Aires, donde lo observaban para continuar con los pasos médicos adecuados, no descartándose una intervención quirurgica. A Moriatis le hicieron una nueva tomografía de cráneo y columna cervical de control y permanecía en reposo en su casa, y Juan Tomás Catalán Magni, el otro piloto golpeado, continuaba en reposo con inmovilización en su tobillo izquierdo, y se le iba a practicar un nuevo estudio para observar el aparato ligamentario del tobillo.

Fotos: gentileza Prensapro

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