SUSTO CON SUERTE

Al público no sólo hay que atraerlo, también hay que cuidarlo. Lo debe recordar el TC, y de paso las otras categorías, como experiencia de lo ocurrido en Concordia durante la final del TC Pista, que dejó como saldo un piloto, un camarógrafo y una espectadora golpeados.

 

El Chevrolet de Barucca sufrio serios daños tras el fuerte golpe contra el muro.El piloto fue atendido de un traumatismo testicular (Foto AIF).

 

“Al encarar la chicana me quedé sin frenos. Cuando me quise acordar estaba sobre el pasto y fuí directo al paredón” contó Juan  Pablo Barucca, tras ser atendido en el hospital del circuito de los golpes recibidos, cuando su descontrolado Chevrolet, que llegó al sector a 230 km/h, se deslizó afuera de la pista en un suspiro, «ayudado» por el pasto mojado y chocó violentamente contra uno de los muros. Como habrá sido la fuerza del impacto, que rompió el bloque de cemento.

 

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Mirá el tremendo golpe, filmado de casualidad por un espectador, mirá la cara del chico. Más abajo te contamos más detalles:

httpv://youtu.be/exBjxicpXw4

 

El golpazo contra la pared y el alambrado, derrumbó el mangrullo donde estaba el camarógrafo de la transmisión televisiva Santiago Marquis, quien cayó al piso de madera de esa plataforma elevada. Marquis fue atendido en la sala médica del autódromo, dolorido en las costillas, «me debo haber golpeado cuando quise evitar que la cámara se cayera al piso», dijo luego de ser revisado. También el fuerte golpe del auto contra el muro, alcanzó a Hilda Noemi Peña,  una espectadora que observaba la carrera junto a otras personas desde otro mangrullo, generándose momentos de confusión e incertidumbre. Con algunos golpes, sin mayor gravedad, fue derivada para efectuarle estudios al Hospital Cecilia Masvernat de Concordia.

El lugar donde se produjo el accidente, el mangrullo atrás.

Una vez más hay que decir que por suerte todo quedó en un susto. Esto no habilita a  seguir abusando de la benevolencia divina, el azar o como quiera llamárselo. Habrá que seguir trabajando en las medidas de seguridad como también analizar muy bien los circuitos donde se corre. Esta vez, las consecuencias del golpe excedieron los lógicos riesgos que asumen los protagonistas de las carreras y llegaron al público. Ese público al que hay que cuidar en todo sentido.

 

 

Por M.S.

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