“El récord en el óvalo con un TC 2000 lo tengo yo desde hace siete años y mi vida no cambió”

Picante como cuando tiene ganas de hablar, Emiliano Spataro tira el concepto para entrar en calor sobre el tema que será dominante este fin de semana para el Super TC 2000 en su regreso a Rafaela: los intentos de récords de velocidad en el óvalo. Tema más dominante que la propia carrera (que en cambio transitará por el circuito con dos chicanas) al menos para su presidente Pablo Peón, el impulsor de esta idea que la mayoría de  los pilotos no ven con demasiado agrado pero profesionales y obedientes como lo son, de los mandos superiores, léase equipos y autoridades de la categoría, la aceptan.

”Los récords de velocidad le sirven más al equipo y a la categoría que al piloto…” dispara Spataro, que dice bien al recordar que tiene el récord al óvalo en el TC 2000 ya que el 4 de septiembre del 2005 con el VW Bora del equipo privado Sportteam fue el autor de la pole position  la única carrera que el TC 2000 corrió en dicho trazado. Estableció 1m 07s 16/100 a  247,859 Km/h. Al dia siguiente llegó a milésimas del Focus ganador de Gabriel Ponce de León en un podio que completó Matías Rossi, con el Chevrolet Astra . Te recordamos que el récord general del óvalo lo tiene Nestor Jesús Garcia Veiga, desde el 17 de noviembre de 1973 con un Berta Tornado de Mecánica Argentina Fórmula 1. Hizo la pole con un tiempo de 1m 06s 8/10 a un promedio de 249,222 Km./h.

“¿Por qué se hace este intento de récord ? Muy simple. Porque con hechos y en la pista, el Súper TC 2000 necesita demostrar que ahora ,con la incorporación de los motores V 8, tiene los autos más potentes del automovilismo argentino” opina Emi, que enseguida, y sin desconocer la cuota de riesgo que tienen estos intentos de récords , no los ve tan peligrosos como alguno de sus colegas. “El mayor peligro de los óvalos está en las carreras cuando van todos los autos juntos y cualquier maniobra o percance puede provocar un gran choque. Circulando solos o en pequeños grupos, los peligros son menores, salvo que rompas algo en el auto”  argumenta.

¿Te gustaría volver a correr en el óvalo? pregunta VA.

Si, pero no en el actual de Rafaela, que no es un óvalo verdadero sino un circuito con dos largas rectas enlazadas por amplios curvones. Me gustaria correr en un óvalo como los de Estados Unuidos, más chicos. Esos son los verdaderos óvalos. Pero no más una vez al año, porque pese a lo que se cree las carreras no son muy atractivas. Las veces que las veo por television sólo miro las largadas, las llegadas y si hay alguna piña. Además no sólo a los pilotos, sino también al público argentino, no les gusta mucho . Y no es por miedo sino por una cuestión de idiosincracia, como de forma inversa le pasa a los norteamericanos. Si le preguntamos al hincha argentino qué eligiría para ver entre una carrera en ruta y otra en óvalo, la mayoría te va a elegir la ruta. Saben que es más peligrosa pero por la historia del TC es más afín a su idiosincracia.”

-publicidad-

Por M.S.

-publicidad-


1 COMENTARIO

  1. Este récord es para la Guía Guiness. Es la manera que tiene Pablo Peón para sacar músculo a costilla del dinero de los sponsors (si consigue meter el auto del récord en alguna foto en despacho de agencia internacional o en revistas extranjeras especializadas de gran tirada), de los equipos (que gastarán un poco más de dinero en desgaste de materiales y combustibles) y de los pilotos (que quizá no tengan ni la suerte de aparecer en una fotito pero tienen que poner el lomo).
    Además le servirá a Peón para demostrar (adentro y afuera) que está a nivel de un Bernie Ecclestone (Sudamericano, por cierto).
    Aparte de esta disquisición sobre el pretendido récord, quiero dejar establecido que el óvalo de Rafaela me merece el mayor de los respetos como escenario para una competencia de automóviles (sin chicanas, en lo posible, como era antiguamente, y como corrieron los autos norteamericanos en la recordadas 300 Millas Indy de 1971, que superaban –creo– los 300 km/h en las rectas).
    Los que saben andar en los óvalos (Rossi y el “Viejo” Di Palma, entre algunos otros) seguramente no le tendrían temor a una carrera sin chicanas. Como decía el “Viejo” Luis, “tenés que dejar que el auto se exprese”, por eso andaban como aviones en las trayectorias externas de los curvones. Y si el auto se te va de cola en uno de los curvones, seguí los consejos del “Flaco” Traverso: “La ida de cola no se corrige como en una curva plana. No tenés que hacer contraviraje porque te comés el muro. Tenés que enroscar el volante para el lado de adentro, para seguir haciendo trompos sobe la pista”.
    No tengan miedo, muchachos.

DEJÁ UN COMENTARIO

Por favor escribí tu comentario
Por favor ingresá tu nombre