LA GRAN VICTORIA.

La obtenida por José María López junto al británico Mike Conway y al japonés Kamui Kobayashi en las 6 Horas de Monza, tercera fecha del Mundial de Resistencia (WEC), supuso un gran empujón para llegar en forma optima a la gran cita del año, la carrera emblema y legendaria, las 24 Horas de Le Mans. La de la triple corona junto al GP de Mónaco de F-1 y a las 500 Millas de Indianápolis.

¡Ganamos!. El GR010 Hybrid nº7 en Monza.

La carrera cargada de historia que ha sido el objetivo de tantos grandes pilotos de diferentes categorías, sumados desde ya, a los especialistas en endurance. Es la meta soñada por Pechito, con sus compañeros estuvieron cerca y alcanzado en 2020, el título mundial de pilotos resistencia, alcanzar la victoria en las 24 Horas es la máxima aspiración, entre el 21 y 22 de agosto afrontarán la gran posibilidad en el Toyota GR010 Hybrid número 7.

En Monza, desde los entrenamientos, pole y durante las 6 Horas, el terceto compuesto por Pecho, Mike y el aguerrido Kamui, marcó el rumbo. El triunfo que se les había negdo por las órdenes de equipo en Portimao, Portugal, el capítulo anterior, comenzaba a cobrar forma. Más aún cuando el Toyota nº8 del suizo Sebastián Buemi, el neozelandés Brendon Hartley y el japonés Kazuki Nakajima, padeció problemas en los frenos echando por tierra la pulseada entre ambos coches japoneses como se ha dado desde el retiro de Porsche en 2017. Los obstáculos técnicos en los frenos, obligaron al coche 8 a detenerse en boxes para la reparación. Perdieron cinco vueltas y las chances de ganar. Así, se dio que el Alpine de los franceses Mathieu Vaxiviere y Nicolas Lapierre, y el brasilero André Negrao, consiguieran el segundo lugar.

El tradicional paseo triunfal acostumbrado en el WEC.

La victoria inobjetable sin embargo, atravesó por un pasaje incierto cuando con Kobayashi al volante, debió resetear el sistema electrónico del coche en el tramo final. Fue ante el llamado de atención de los comisarios de la FIA ante la ubicación no permitida de una cubierta, hecho producido en la última parada en boxes cuando manejaba Conway, que puso en tensión al equipo.

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«Sin dudas se dan carreras muy duras, por lo que debemos estar preparado; ganar no fue sencillo, pinchamos una cubierta y tuvimos otros problemas. De todas maneras, demostramos que estamos preparados, Kamui y Mike hicieron un gran trabajo y mantuvimos un ritmo bueno, ojalá nos mantengamos así», consideró Pechito ganador por séptima vez junto a sus compañeros en el WEC.

Las 24 Horas de Le Mans han quedado a la vuelta de la esquina, el sueño de Pecho también.

Fotos: Prensa Toyota Gazoo Racing WEC.

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