NO ANDUVO MUCHO.

Pocos eran lo que imaginaban ver a dos de los mejores pilotos argentinos participes de una importante jornada internacional del automovilismo, como lo fue el fin de semana del Súper Sebring que en el tradicional circuito estadounidense vió el paso del Mundial de Endurance con las 1.000 Millas y del IMSA norteamericano con las tradicionales 12 Horas.

El Cadillac del equipo de Juncos se mantuvo entre los diez primeros hasta que problemas técnicos le hicieron perder varias vueltas, y lo relegó bastante en la clasificación final.

Allí estuvieron José María López, sobre el poderoso Toyota del WEC y Agustín Canapino, en el Cadillac con el que su compatriota Ricardo Juncos transita sus pasos iniciales en la categoría. Cada uno en lo suyo, tanto que no se conoció ningún encuentro ni foto entre ambos, tan sólo se dio un contacto que duró breves minutos entre Pechito y Juncos. No sorprende en el caso de Pecho y Agustín, recordando la áspera relación mantenida cuando peleaban carreras y campeonatos en el automovilismo argentino.

Lejos de la exclusividad internacional de López, Agustín está cumpliendo sus primeras actuaciones fuera de la Argentina, aunque con una gran incertidumbre sobre su continuidad. Esta vez sin las exageradas expectativas creadas para las 24  Horas de Daytona, el 33er puesto en la general y 10º en su categoría sobre 11 participantes, no golpeó tanto las ilusiones. El Cadillac DPI número 50 pudo haber estado mucho más adelante de no haber sufrido problemas al cortarse la correa del alternador producto de una parte de goma de una pieza que se encontraba en la pista, y luego el inconveniente que fastidió más al equipo, radicado nuevamente en el acelerador, cuando rodaba en la decena de posiciones iniciales y estaba al mando de Rene Binder. Una consecuencia de la etapa de conocimiento de la categoría que esta transitando el equipo de Juncos.

Canapino junto a Rene Binder y Will Owen, sus compañeros y quienes estuvieron más tiempo sobre el Cadillac en las 12 Horas de Sebring.

Como gran interrogante sobre la nueva experiencia internacional, queda saber el porqué Agustín no estuvo más tiempo sobre el Cadillac, ya sea en los entrenamientos como en la propia carrera donde sólo cumplió un turno en las 12 horas.

Un tiempo escaso para una tripulación de tres pilotos. ¿Habrá sido por una cuestión estratégica, o debido a que no hizo ningún aporte económico o porqué, acostumbrado a las carreras cortas en la Argentina, el físico de Canapino sintió las exigencias y presiones de una verdadera competencia de larga duración?

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Fotos: Prensa Juncos Racing.

 

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