En su segundo mensaje desde que puso en el ciberespacio la página web del equipo, Peter Windsor, uno de los dueños del USF-1, el equipo de Fórmula 1 que aspira integrar José María “Pechito” López, se quejó por el receso a que obligan (o invitan) las fiestas. Textualmente: “Estamos un poquito molestos porque todo cierra para Año Nuevo pero –créanme- América es actualmente mucho más laboriosa que el Reino Unido”.

Lo que sigue a continuación resulta más llamativo: “El Reino Unido –y la mayoría de Europa- básicamente cierra sus puertas el 18 de diciembre y no se reaviva hasta el 4 de enero. Son valiosos 16 días que se pierden en la ya muy corta vida del invierno europeo de la Fórmula 1”.

Y llama la atención porque ¿de qué podría quejarse Windsor en Charlotte, Carolina del Norte, Estados Unidos de América, acerca de las costumbres laborales en Europa, del otro lado del Océano Atlántico?

Es que, quizás, esa queja resulte ser la pista más interesante del estado de nuevo equipo, bombardeado desde todos los ángulos –inclusive desde el bunker oficial de la F-1, como cuando Bernie Ecclestone dudó de la presencia de los americanos en el Mundial 2010- y puesto en la picota.

El USF1 fabrica sus autos –al menos así es lo que nos cuentan- en los Estados Unidos. A pocos minutos de su base, que antes usaba el Joe Gibbs Racing para su operación de camionetas Nascar, se encuentra el túnel de viento de Windshear, cuyas virtudfes nos fueron comunicadas, aunque luego Windsor mismo admitiera que los autos del USF1 fueron diseñados, como los Virgin-Manor, utilizando exclusivamente CFD (Computational Fluid Dynamics), un sofisticado programa de computación que simula los efectos del túnel de viento sin transformarse en una operación tan onerosa.

Había escrito Windsor el 28 de diciembre: “Leí que Nick Wirth emitió un parte de prensa acerca del nuevo Virgin F1 enteramente diseñado en CFD (…) Eso se aplica a nuestro auto, aunque yo veo ésto como un proceso lógico para un equipo nuevo antes que algo especial acerca de lo cual sentirse particularmente excitado”.

Entonces, si el auto se hace en los Estados Unidos, ¿por qué Windsor se pone nervioso por lo que hagan (o dejen de hacer) en Inglaterra?

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Como decía Sherlock Holmes: “cuando uno descarta lo imposible, lo que queda, aún que sea improbable, es la respuesta”.

La respuesta es, entonces, que lo que preocupa es la única parte del USF1 que no se produce en Estados Unidos.

El motor.

El motor Cosworth V8, que se produce en Northampton, Inglaterra.

Mañana te cuento por qué tanta impaciencia.

04/1/2010

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