YOSHIMASA SUGAWARA no fue un participante más del reciente Dakar.

Este japonés nacido en Tokio, que tripuló un camión Hino de su propio equipo, fue el piloto de más edad y el que exhibió mayor cantidad de presencias. Mirá los números: ¡75 años y 33 participaciones consecutivas!

Un tremendo ejemplo de vitalidad y constancia que tiene su relación con la filosofía que  Sugawara aplica para encarar el desafío de correr la carrera más peligrosa del mundo. Por eso, vale la pena  conocer sus reflexiones que desde su experiencia de vida y de competencia tienen el  plus del  tono de la sabiduría oriental.

Sobre el camión Hino de su equipo, Sugawara largó su 33er Dakar consecutivo. "Seguiré corriendo mientras tenga ganas" asegura el japonés.

“El Dakar no sólo es una gran carrera y gran aventura. También es un aprendizaje, un gran aprendizaje. De las cosas que pasan, de los lugares que uno visita, de las personas con las que uno trata. Nunca se termina de aprender. Ni yo mismo, con la edad que tengo y las veces que corrí puedo decir que lo sé todo. Por supuesto que esto también les sirve a  los jóvenes. Por eso traje a los 15 chicos del equipo para que sigan aprendiendo y  tengan conducta. Como en el Japón no hay servicio militar, el Dakar les sirve para adquirir disciplina y precisión. Por ejemplo, para en vez de decir vengo en un ratito, precisar y decir vengo en diez minutos o el tiempo exacto que sea…”.

Sugawara empezó a correr el Dakar en motos en 1983,  luego en 1986 pasó a los autos (“para no estar tan expuesto”) con Mitsubishi y desde 1992 se subió a los camiones y no se bajó más.

“Recuerdo  mi debut como uno de los momentos más complicados en el Dakar. En aquella época se largaba de París, no hablaba una palabra en francés y no tenía mucha gente para que me ayudase. Por eso decidí cargar con el equipaje y la rueda de auxilio en la moto. Por el excesivo peso tuve una caída y me fracturé el pie derecho, pero seguí adelante. Pensé que si me volví a caer del otro lado, ya no iba a poder continuar. Por eso me cuidé en las curvas a la izquierda, pero me volví a caer y terminé de lastimarme el pie derecho. Ahí ya vinieron los asistentes y me llevaron al hospital…”.

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El amigo Sugawara, acompañado de su connacional Mitsugu Takahashi, terminó  31º en el reciente Dakar sobre 41 tripulaciones arribadas entre los camiones y así prolongó  una efectiva racha que lo llevó a  completar 22 de las 24 ediciones del Dakar que corrió sobre los Gigantes y donde las excepciones  son los abandonos de 1998 y 2010. Don Sugawara nos cuenta el secreto para semejante confiabilidad que como mejores resultados le dio los segundos puestos en las ediciones 2005, 2001, 1998 1995 y 1994.

“Para empezar hay que tener una buen preparación física y mental. Luego hacer un sincero reconocimiento de la capacidad conductiva que tiene uno para encarar la carrera y  de ese total aplicar como mucho el 90% . Si ponés  el  95 ó el 100% corrés el riesgo de abandonar o tener un accidente. Aplicando ese porcentaje menor a tu capacidad tenés un margen de seguridad para vos y de confiabilidad para el camión”.

El festejo del equipo por el 13er puesto de Teruhito, el hijo de Yoshimasa, que corrió otro de los camiones del equipo.

Entre Dakar y Dakar, Sugawara tiene bastante actividad. Por un lado con su tarea administrativa al frente de su equipo, el Hino Competición, y también con una serie de competencias  en las que participa para mantenerse en forma.

“Como todos los años tengo previsto correr en agosto el Rally de Mongolia y una serie de cinco rallies de motos en Japón. Claro que antes visitaré a los patrocinantes para agradecerles el apoyo que me dieron para poder correr el reciente Dakar y de paso pedirle que continúen para el año que viene  porque ya estoy pensando en el Dakar 2017 … Hay que saber ser agradecido y previsor”.

Sabiduría oriental.

 

Por M.S.

Fotos: Hino Competición y Mónica Paz

 

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