LA MEJOR CORONACIÓN.

Dicen que los campeones ganan las carreras que tiene que ganar, pero que los supercampeones ganan las que en condiciones normales no pueden ganar.

Si algo faltaba, más allá de los récords de títulos, victorias, poles y podios para confirmar que Lewis Hamilton es un supercampeón, el inglés lo entregó con su triunfo en el Gran Premio de Turquía.  Uno de los más brillantes de los 94 que acumula en su campaña, no tanto por su espectacularidad sino por su construcción a partir de ir superando escollos en una pista muy complicada y con la permanente amenaza de la lluvia.

Lewis Hamlton concretó con las mejores notas el triunfo que lo coronó por séptima vez campeón mundial de Formula 1, e igualó la marca de Michael Schumacher.

Fue una victoria que Lewis no tenía en sus planes luego de entrenamientos y clasificación erráticas, sin encontrarse nunca cómodo. Todo esto quedó de lado cuando a la hora de la carrera afloró su estirpe de gran campeón. No se amilanó ante un par de errores en los primeros tramos. Se fue acomodando en el quinteto de punta hasta el cambio de neumáticos en la décima vuelta,

A partir de ese momento comenzó lo mejor de su tarea con la forma que administró los neumáticos hasta el final de las 58 vueltas. No necesitó de una segunda parada, que en cambio precisaron el Racing Point de Stroll, los Red Bull de Verstappen y Albon y las Ferrari de Leclerc y Vettel. El mexicano Sergio Pérez también apostó a una sola parada pero tras un progresivo acercamiento, Lewis lo superó en la vuelta 40. Para poner proa al triunfo y el séptimo título. El título ya estaba asegurado casi desde el comienzo, cuando Valtteri Bottas comenzó su serie de trompos y despistes que rápido, diluyeron la casi imposible misión de descontarle al menos ocho puntos a su compañero en Mercedes Benz.

Ante la mirada de Toto Wolff y Sergio Pérez,  un feliz Vettel reiteró en el podio la felicitación a Hamilton que ya había realizado apenas terminada la carrera, El méxicano completó el podio de pilotos experimentados, una virtud clave para afrontar una carrera complicada.

Lewis estuvo acompañado en el podio por dos presencias no habituales en la temporada 2020: Sergio Pérez y Sebastián Vettel. El mexicano tuvo la consistencia de la que careció su compañero Stroll pese a puntear más de media carrera. El alemán revitalizó su imagen y ganó ese lugar en el podio tras una buena superación a su compañero Leclerc en la última vuelta. Treinteañeros los tres pilotos del podio, demostraron la madurez conductiva justa para encarar una carrera complicada. Una madurez que no tuvieron jóvenes como Stroll, Verstappen, Albon y Leclerc, cuyo intento de quitarle el segundo lugar a Pérez le costó el podio.

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«Soñé con esto cuando era joven, cuando veía los grandes premios. Esto es mucho, va mucho más allá de mis sueños. Aún así, siento que apenas acabo de empezar. Me siento físicamente en muy buena forma«, dijo un Hamilton emocionado como pocas veces en sus 264 Grandes Premios tras hacer realidad el 7° titulo que lo iguala con Michael Schumacher, casualmente el piloto al que reemplazó al llegar en el 2013 a Mercedes.

La emoción y trascendencia de un momento único dieron pie a que Lewis lanzara un mensaje a los chicos del mundo.

«Quiero decir a todos los niños que tienen que soñar a lo grande y no dejar que nadie les diga que no pueden hacerlo. Si miras al Lewis de 5 años que soñaba con estar aquí, es posible llegar» arengó antes de  agregar que «sueñen lo imposible y haganlo realidad. Tienen que trabajar para conseguirlo, perseguirlo y no rendirse nunca, ni dudar de ti mismo»

Lewis Hamilton. Un supercampeón dentro y fuera de las pistas.

 

 

 

 

 

 

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