COMO TE MOSTRAMOS en nuestra vidriera, Matías Rossi disfruta del verano por el momento.

Verano 2015, el Misil en una charla franca y abierta

 

Campeón por partida doble en 2014, una temporada «soñada» como tiró más de una vez, llevarse dos títulos como los de Turismo Carretera y de la Clase 3 de Turismo Nacional, no es cosa de todos los días. Mientras disfruta de sus últimos días de vacaciones, el Misil ha transmitido sus sensaciones desde Punta del Este, por donde pasó para participar de la fiesta de la revista Caras con el auspicio de Citroen Argentina.

«Ganar dos campeonatos me significó un gran esfuerzo, y fue realmente muy difícil, pero bueno, como soy un tipo muy competitivo y que siempre mira para adelante, ahora mi sueño es salir campeón en tres categorías distintas en una misma temporada», ha dicho.

Es cierto, Matías es muy racional y reflexivo y si bien vive con intensidad, sus metas cumplidas dan lugar a objetivos por lograr, como lo ha sentido desde chiquito cuando ya la pasión por los autos le salía por los poros. «Desde muy chico siempre fuí muy deportista y muy competitivo. Mi papá es ingeniero mecánico y yo con sólo 4 años, lo acompañaba cuando iba a prepararle el karting a mi tío. También jugaba al fútbol y bastante bien, je!; no vengo de una familia tradicionalmente fierrera, pero desde muy chico «mamé» el taller», recordó.

La primera carrera «¿como olvidarla?, fue en el circuito de Ciudad Evita, tenía 11 años y recuerdo que corrí con botines de fútbol puestos. Lejos de comprar los guantes, las botitas o el mejor casco desde la primer carrera, mi padre me dijo “si te gusta, hacelo con lo que hay”; je! salí último pero fue muy lindo».

Norberto, su viejo, le marcó las primeras pautas si quería dedicarse a correr, «me acuerdo de su primer consejo, bah!, en realidad fue una pregunta, me dijo que si realmente quería hacer esto, que lo hiciera con responsabilidad. Y aunque era un pibe, lo entendí perfecto, quiso decir que no podía correr como un simple pasatiempo porque económicamente le costaba mucho esfuerzo a mi familia».

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«DE CHICO ERA MUY CALENTON»

 

Se rió Matías cuando habló de su época brava, de «peleador» por pocos conocida, «jaja!, es verdad, voy contar una anécdota que nunca dije: tenía 13 años y corría en la categoría Junior de karting, en una carrera en Tigre yo iba a largar primero y estaba establecida una velocidad determinada para la largada, dspués de dos vueltas previas sacaron la bndera roja y el comisario deportivo se acercó para comunicarme que me había excedido en la velocidad, por lo que debería largar último y eramos 30 karting!; me recalenté, tiré el karting a un costado, me fui caminando a la primer curva y llené toda la pista con la piedras que estaban al costado, colocadas como seguridad para frenar a los que se despistaran. Las barbaridades que dije nolas puedo decir, de chico no sabía contralarme, era muy calentón».

De ese pibe que levantaba mucha «temperatura» al que con el paso de los años, se convirtió en piloto profesional y en el mejor y más completo de la Argentina, como ha reflejado la encuesta anual de Visión, donde se consultara a periodistas de distintos medios, ha corrido mucha agua bajo el puente. «Y sí, uno va creciendo y va viendo qué es lo que necesita, porque no es sólo andar rápido. Primero hay que entender que es una competencia, que hay normas que respetar; después se convierte en profesional, pasamos a representar marcas de primer nivel y debemos hacer las cosas bien».

A los 20 años (ahora tiene 30) cobró su primer sueldo como corredor, «siempre lo digo, soy un privilegiado porque puedo trabajar de lo que me apasiona; es algo que entendí de chico en esa charla que conté antes, tuve con mi viejo».

Un piloto profesional en el automovilismo actual, si bien debe manejar un auto de carrera que es lo esencial, también debe atender a otras múltiples cuestiones, hasta incluso más de uno requiere de allegados que lo complementen abajo de los autos. No es el caso del Misil, «¿quién maneja mi carrera?, la manejo yo pero entiendo perfectamente que yo sólo no gano las carreras. El piloto sería como el goleador de un equipo de fútbol, uno es el que hace los goles pero para eso necesita un equipo que te tire los centros, un director técnico que te diga dónde pararte, un chofer que te lleva a la cancha y hasta alguien que te prepare la comida. Por eso le doy mucha importancia a los que me rodean y trato de rodearme de un equipo capaz y que sea buena gente».

 

«EN EL AUTOMOVILISMO HAY MUCHOS QUE «SE LAS

SABEN TODAS» Y NO DAN LUGAR A LA AUTOCRÍTICA»

 

Si del TC se trata, no ahorra reconocimientos hacia su motorista Johnny Laboritto, el chasista Alcides Piatti y el equipo Donto Racing; y cuando habla de Turismo Nacional y se le ha preguntado sobre su relación con Carlos Piaggentini, director técnico del equipo Citroen Boero Carrera Pro que dejó de funcionar cuando culminó la temporada con el campeonato abrochado arriba del C4 de Clase 3, Matías ha expresado: «Con el Flaco como le decimos, es muy buena; lo conozco hace poco más de dos años, es un gran profesional y una persona con la que da gusto trabajar porque me identifico con él en muchos aspectos, ya que es de escuchar y estar siempre abierto para mejorar; en el automovilismo hay muchos que “se las saben todas” y no dan lugar a la autocrítica».

Para muchos con Pechito López y Agustín Canapino, forma el Misil la trilogía de los mejores pilotos argentinos de la actualidad. Más allá que Pecho haya vuelto a correr afuera y se coronara campeón del mundo del WTCC con el Citroen C-Elysée con el que este año (con coche nuevo) saldrá a retener el «1». «¿Cómo es mi relación con Pecho?, muy buena, nos conocemos desde los 14 años cuando corríamos campeonatos argentinos de karting, tenemos una estima mutua y desde ya, es pilotazo, un fenómeno. Cuando Citroën le dio el mejor auto del WTCC, yo no tenía duda que lo iba a aprovechar, así fue y se
convirtió en el piloto más importante de autos de turismo del mundo».

 

En Punta, Matías junto a Pampita durante la fiesta de Caras

 

Está bien, el cordobés es «un pilotazo» y Matías ¿como se ha descripto?, «soy rápido, que es lo primero que se necesita ser, muy autocrítico, trato de aprender día a día y le doy valor a la gente con la que trabajo porque el automovilismo sabemos todos que es un deporte de mucho riesgo. ¿Si le tengo miedo a la muerte?, miedo no, pero asumo el riesgo de esta actividad que me apasiona. Mi mamá sufre mucho con las carreras, pero yo le digo siempre que si alguna vez me pasara algo, que sepa que fue haciendo lo que más me gusta«.

El Flaco Traverso insiste, junto al inolvidable Ayrton Senna son «mis ídolos desde la infancia, del Flaco siempre tengo presente cuando ha dicho que antes los corredores eran más valientes, ¡y es verdad!. Hoy los autos y las pistas son muy seguras, y aún así hay accidentes, veo imágenes de Fangio con su casquito de cuero y me da más admiración aún».

¿En que categoría le gusta a Matías que lo encolumnen?, «en la de los deportistas leales, que siempre deja todo, y también que sepan que soy una buena persona, «cero» demagogo y vaya si eso me ha traído problemas».

Por el equipo de VA
Fuente y fotos: Prensa Citroen Argentina

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1 COMENTARIO

  1. GENIO Y FIGURA MATIAS UN VERDADERO PROFESIONAL QUE SABE HACERSE RESPETAR Y RESPETA A SU VEZ A TODOS LOS QUE TRABAJAN CON EL EN ESTA DIFÍCIL PROFESIÓN OJALÁ SIGA ASÍ DIFERENCIÁNDOSE DE LA GRAN MAYORÍA DE COLEGAS QUE OPINAN Y CRITICAN DE ACUERDO A QUIEN REPRESENTEN O PARA QUIEN TRABAJAN SOBRE TODO COMO PANELISTAS DE LA TV.

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