ILUSIONADO.

Y no es para menos. Es que luego de su abandono en el Dakar 2015 tras haber roto el motor en la segunda etapa, Lucio Álvarez se retiró y dejó la disciplina. Pero la llamada del desierto fue más fuerte y la perspectiva de una fascinante carrera en las dunas peruanas lo hizo volver sobre una Toyota Overdrive con su copiloto, el sudafricano Robert Howie.

El mendocino va por su séptimo Dakar y tiene como hito el haber sido la gran revelación al terminar 5° en la edición 2012 de la carrera más difícil del planeta. Antes, había abandonado en 2010 (corrió en un cuatri), 15° en 2011, 10° en 2013, 22° en 2014 y el mencionado abandono en 2015. hoy, su objetivo es meterse entre los diez de adelante.

Esta es la Toyota Hilux con la que Lucio Álvarez encara un nuevo Dakar.

 

“Es cierto que dejé de correr en rally todo terreno en 2015, pero eso no significa que dejé de competir en coches. Todo el año participo en el campeonato argentino y, en septiembre participé en el Rally de China organizado por ASO. Desafortunadamente debí abandonar después de un golpe que me causó un problema en el oído interno y me provocaba nauseas mientras conducía», explicó Lucio.

Sobre cómo se repuso de este incidente, Álvarez puntualizó que «luego de eso, me entrené en el gimnasio, hice mucho deporte y anduve bastante en las dunas de Nihuil para estar preparado de la mejor forma. Si puedo terminar entre los 10 primeros será una buena carrera… si puedo repetir lo que hice en 2012, terminar quinto, será aún mejor”.

El mendocino se ilusiona con hacer una gran carrera en su vuelta.
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Por el equipo de VA.

Fotos: prensa Lucio Álvarez.

 

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