“HABER LLEGADO ES COMO HABER GANADO…”

Eufórico y extravertido, José Antonio Blangino le transmitió así a Visión sus primeras sensaciones tras bajar de la rampa de llegada. Esa imagen tan deseada que pudo alcanzar,tras dos semanas de dura competencia. Unos minutos antes había permitido que la medalla que reciben todos quienes terminan el Dakar rodease el cuello de Donatello, su pequeño hijo fruto de su relación con Adriana, la misma que lo acompañó en la aventura sobre un buggy entre las ediciones 2012 y 2016, y que este año cedió su lugar de navegante a Luciano Gagliardi.

Un feliz Blangino disfruta junto a su hijo el momento de la entrega de la medalla por terminar la carrera.

No fue  la primera vez que Blangino corrió un Dakar, ni tampoco ha sido un debutante en eso de terminar la competencia. Participa desde el 2011,  pero nunca como en  este 2017 su presencia despertó tanto interés y curiosidad. No era para menos, al ver entre los portentosos y modernos vehículos, la figura de un simple Rastrojero. Si, un Rastrojero corriendo el Dakar. Increíble pero tan real como la simpatía que despertó entre la gente que lo saludó a cada paso e hizo fuerza para que llegase al final. Y llegó en el puesto 36.

El rastrojero de Blangino superó inconvenites mecánicos, y concretó el objetivo de subir a la rampa frente al Automóvi Club Argentino.

 

“Me emocionó mucho todo el apoyo que recibí de la gente. Me encontré con muchas personas que me contaron que habían tenido un rastrojero y por eso se convirtieron en mis hinchas”, contó Blangino, un cordobés de 44 años, que  entre Dakar y Dakar, se  ocupa de la atención de su fábrica dedicada a la construcción de materiales para  pisos que provee a importantes empresas. Apoyado por amigos, puso en marcha el particular proyecto al adquirir un rastrojero modelo 66 en desuso. A  partir de ahí comenzó a trabajar para adecuarlo a las exigencias técnicas y también para cobijar un motor de Chevrolet Camaro con 300 HP.

“No pretendía competir contra nadie, sino dar la vuelta….” , resumió con satisfacción Blangino, convertido en uno de los personajes del Dakar gracias al Rastrojero.

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Por M.S.

Fotos. Mónica Paz

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2 COMENTARIOS

  1. Creo que a veces exageramos nuestro patriotismo. Tremendamente meritorio lo que hizo el piloto, de hecho, llegar es como ganar. Es decir llego con un vehiculo muy particular, con chassis totalmente tubular y hecho a mano, suspensiones adecuadas al Dakar y un motor Chevrolet Camaro con 300 HP., sinceramente amigos, lo unico que tenia y de Rastrojero (y hasta por ahí nomás) era la carroceria, es decir parte de trompa y parte de techo. No podemos decir entonces que se trato de un Rastrojero, dejemosnos de joder. Felicito al piloto y navegante por la tarea realizada y por su inteligencia al inventar el asunto….

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