LA IDEA AVANZÓ con discreción.

Ocurre que la «causa Malvinas», las islas argentinas, el recuerdo de la guerra que nos golpeó, los caídos, los factores políticos en pugna, está siempre presente. Esas islas que nunca dejarán de ser argentinas, y que a la vez nos sensibilizan como pocas cosas a los argentinos.

Gianini y Ortelli con la bandera de la ACTC en el ingreso al cementerio de los soldados argentinos. "Fue una experiencia muy fuerte" coincidieron ambos.

Por eso, el objetivo que se planteó de la dirigencia de la ACTC, propuesto por el presidente Hugo Mazzacane, no pasó de escasos trascendidos desde el año pasado. Ese objetivo  se hizo realidad luego de alrededor de un año de planificarlo, con el viaje a las Islas Malvinas de la delegación de la ACTC como ya te contamos, que incluyó al siete veces campeón Guillermo Ortelli y a Juampi Gianini, su coterráneo de Salto, en representación de los pilotos, a los que se había sumado Manuel Urcera quien, sin embargo, no pudo viajar al percatarse en Río Gallegos que había olvidado la documentación personal.

Acerca de cómo se gestó el viaje a las Malvinas, a modo de homenajear a los soldados argentinos que dejaron sus vidas en la guerra del ´82, justamente este año en el que el Turismo Carretera cumple 80 años, Mazzacane ha contado detalles a Visión.

«Por razones de prudencia no creímos conveniente, dar a conocer previamente el viaje a modo de homenaje que habíamos programado. Poder concretarlo nos llevó varios meses de organización, de conversaciones. No, no hicimos ninguna gestión a nivel del gobierno, fue una iniciativa privada con el deseo repito, de brindar un humilde pero muy sentido homenaje del TC a los compatriotas que murieron en la guerra», menciona Mazzacane.

El traslado se dividió en dos partes y la comitiva viajó en dos aviones privados, la primera parte desde Buenos Aires a Río Gallegos y luego desde allí a las Malvinas, «alrededor de una hora y media de vuelo», dice el titular aceteísta.

Una vez en las islas, permanecieron dos días, alojándose en el hotel de Puerto Argentino previamente reservadas las habitaciones, así como una Van para trasladarse. «Recorrimos lugares donde hubo batallas, aún hay rastros como las trincheras; pensar y comprobar lo que se vivió, el frío de las islas; la verdad, a todos nos impactó mucho». «Desde ya -apunta Mazzacane- el momento más emotivo y que en lo personal y a todo el grupo nos llegó muy profundo, fue cuando visitamos el cementerio de nuestros soldados. Sentimos una gran emoción, fue una experiencia inolvidable».

La delegación completa, incluídos los pilotos de los aviones en que viajaron. En un pasaje del vuelo de regreso fueron "custodiados" por A4 de guerra ingleses.
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Más allá de los sentimientos que generó en la delegación de la ACTC compuesta por 11 personas, «lo que quisimos -comenta Mazzacanefue simbólicamente hermanar aún más y en el año en que el TC llega los 80 años, a un sentimiento tan arraigado, tan instalado en la piel y corazón de los argentinos como es la causa Malvinas para todos, con el que no deja de provocar esta pasión bien argentina que es desde sus inicios, el Turismo Carretera». «Vaya a saber -estima- cuantos soldados que cayeron en las islas, eran hinchas del TC, sus familias, sus padres, después sus hijos, también tuvo que ver porqué no, nuestro homenaje».

«En ningún momento -aclara el titular de la ACTC– nos sentimos incómodos mientras estuvimos en Malvinas, nos trataron con respeto más allá que personal del ejército inglés, nos «monitoreó» en varios momentos, como cuando anduvimos por las calles de Puerto Argentino y al visitar el cementerio, e incluso nos escoltaron en vuelo durante un rato, dos aviones de guerra A4 cuando emprendimos la vuelta».

Bicella, Mazzacane, Miori (gerente de la ACTC), Ortelli y Gianini junto al auto del seguidor malvinense del TC

Y entre tanta emoción, el dato curioso de un habitante de Puerto Argentino «al que contactamos antes de viajar, quien habla castellano muy bien, y nos dio una mano. Es seguidor del TC , y ve las carreras por televisión y tiene un auto marca Ford al que decoramos como el Falcon Angostado de Reutemann. Increíble, ¿no?, el TC tiene seguidores en todas partes, y en el caso de este hombre, debe ser quizá dueño del único auto «civil» digamos que hay, ya que el resto son vehículos militares».

¿Habrá sido la primera ý última presencia del TC en las Malvinas?, por ahí ha escuchado Visión «conociéndolo a Mazzacane, en una de esas tiene in mente alguna otra cosa…».

Por C.S
Fotos: ACTC

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1 COMENTARIO

  1. Tan prolijos como siempre y atendiendo a un riguroso plan de marketing, los muchachos de la peña La Morsa, que seguramente llevará nuevamente a la familia en masas a los autodromo. Poniendo calcomanias del Falcon d e Reutemann en un auto con patente de Falklands y queriendo hacer creer al gran publico que ese auto está así siempre por el fervor que despierta el TC en las Islas….En fín, ni para eso sirven…

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