EL TOP RACE, como la mayoría del automovilismo argentino, vive una situación de stand by que parece generalizada. Los más ordenados cerraron el presupuesto para la temporada 2014 en diciembre del año pasado. Otros lo estiraron un poco más para poder continuar con el rejunte de dinero. Sin embargo, ninguno de estos dos grandes grupos salieron beneficiados en el Top Race, que ha comenzado su torneo en Junín. Ojo, algo similar pasa en el resto de las categorías.
Los desajustes económicos que se vivieron a finales de enero pasado con un dólar oficial que escaló estrepitosamente, dejaron en offside a la mayoría de los pilotos y equipos del automovilismo autóctono. Algo de eso se vio reflejado en una nota que el Diario Olé publicó hace algunas semanas sobre los montos de dinero que requiere el Turismo Carretera.
El Top Race, por su parte, no ha quedado ajeno a esta situación, y las conexiones económicas entraron en cortocircuitos. «Tenía un presupuesto para finales de año que no lo puedo respetar por los aumentos que hubo. Sin embargo tuve que hacerlo para que pudieran continuar», explicó un dueño de equipo.
El gran problema que complica a la categoría es el mismo que tiene el resto: la desconfianza de las empresas en la evolución de la economía nacional. Los que sostienen este circo son las publicidades, y lo primero que se ajusta en una empresa cuando los balances pierden competitividad son los extras. Y en estos casos esos «extras» son la publicidad para los autos de carrera.
Como te decimos, hubo equipos que cerraron presupuestos de publicidad para 2014 en diciembre del año pasado, pero que a esta altura no alcanza para costear los gastos actualizados. Lógicamente, no es nada fácil ir a tocar la puerta de esa empresa que ya «arregló un número» -como se suele escuchar- para pedirle más dinero. Y a esto se le suma que el TRV6 no es la categoría más famosa, ni la que tiene mayor difusión en lo medios y en rating, ya que el año pasado tuvo un promedio de 3 puntos en el aire.
Correr en Top Race para un piloto cuesta entre 170 y 180 mil pesos, según el equipo. Es casi la mitad del valor que sale hacerlo en Turismo Carretera. Sin embargo en la primera fecha solo hubo 18 pilotos y desde Visión consideramos que son más los pilotos que no están que los que llegaron para 2014. Tal es el caso de José María López, Esteban Guerrieri, Juan Manuel Silva y Gabriel Ponce de León, quienes se fueron. ¿Quiénes llegaron? Solo lo hizo Néstor Girolami, marginado del TC.
Esos 180 mil pesos que los equipos piden por fin de semana se traducen en los 62 mil pesos, que las estructuras les dejan en ventanilla a la categoría en materia de gastos. ¿De que se tratan?: Inscripción, seguro, carpas, gomas (se compran dos juegos por fecha) y el alquiler del motor. Representan más que los 50 mil que se deben abonar en Fadra (Fundación del Automovilismo Deportivo de la República Argentina), la entidad que maneja los números de la ACTC, y que recibe los ingresos; ente donde dicen mantiene clave injerencia el ex titular aceteísta, Oscar Aventin. Ahora bien, en TC el motor es aparte, y se arregla con el motorista.
Luego se suman todos los gastos del equipo, como los traslados, comidas de los empleados, hospedajes más el cobro del servicio que tiene gastos de reparación, reposición de materiales mecánicos y desarrollo.
Los corredores buscan el apoyo de empresas para poder llegar al Top Race. Pero son pocos los que pudieron concretarlo (insistimos, 18 en la primera fecha). Y todo por culpa de un aumento que ronda entre los 20 y 25 por ciento de los precios de diciembre a enero. Sin dudas los movimientos económicos del país, generaron un jab al mentón de muchos como los que viven del automovilismo argentino.
¿Cómo sigue esto? Hay dueños de escuderías que están en el automovilismo por pasión o por hobbie, que ya no pueden costear los gastos ni seguir invirtiendo dinero de otras empresas para estar. Por eso hay equipos como el Midas Racing Team que no saben si van a ir a la siguiente fecha. «Traté de arreglar con Juan Cruz Álvarez, pero no puede. Entonces va a buscar equipo para seguir«, detalló Sergio Rafaelli, dueño del Midas.
Y también están las estructuras que sí viven del automovilismo, y decidieron absorber el aumento desde sus arcas y respetar un tiempo más el acuerdo realizado en diciembre, para que los pilotos puedan obtener resultados y así tener un arma más para continuar con la búsqueda de apoyo.
En la actualidad la incertidumbre de las empresas que aportan dinero al automovilismo se trasluce directamente a los 18 autos de la primera fecha del Top Race, fueron las respuestas que más escucharon de las empresas aquellos que salieron a buscar apoyo.
«No puedo porque no tengo más. No quiero porque no sé cómo voy a seguir y tengo miedo de poner y que la empresa descuide su rentabilidad por continuar apostando a la publicidad». Sí, así es muy difícil.
Por el equipo de VA
Foto: Prensa Top Race
Correr en el TC históriacamente sale 25.000 dolares, nunca se movio ese costo, Canapino lo menciona en la ultima edicion de corsa. Por otro lado, tengan en cuenta q en la ACTC no se le da una licencia a cualquier piloto para subirse al Turismo Carretera, sino que te filstran con el mouras u demas. Si sumas las 4 categorías de la ACTC, estas en 135 pilotos q arrancaron el año.
Pregunta, fuera de este tema, Furlan no fue el que defenestró a Girolami despues del accidente de Falaschi? y ahora lo tiene corriendo para el en el TRV6?
que hipocrita que sos flaco. Si conocés tanto el negocio sabrias perfectamente que lo que desembolsa una empresa para un auto de carrera no son precisamente EXTRAS
Coincido hasta en las comas con vos.