AL AZAROSO Y GOLPEADO SÁBADO EN EL GÁLVEZ, LO SIGUIÓ EL DOMINGO Y LA CLASIFICACIÓN POR EL CANTO DE UNA UÑA A LA COPA DE ORO.

El dolor en el pie izquierdo, «el gran susto» y el «miedo porque el auto se prendiera fuego», sensaciones enumeradas por Matías Rossi después de pegar de punta con el descontrolado Toyota Camry, con la dirección rota -se informó- tras el toque con Mariano Werner en la salida de la Horquilla. Se originó en la clasificación de Turismo Carretera, luego que el auto impactara de punta contra la barrera de neumáticos que protege el paredón de la tribuna en la S del Ciervo del autódromo porteño. Al toque luego de una voltereta en el aire, volcó y cayó con las cuatro ruedas mirando al cielo.

Un trabajo encomiable hicieron para poner en línea de
largada al dañado Camry de Rossi. Los mecánicos del
Dole Racing, ratificaron el primer nivel de 
quienes trabajan en TC y en el automovilismo argentino
(Foto gentileza Tuercas y Tablones)

Socorrido y atendido rápido Rossi luego de segundos de incertidumbre, y cuando corrió el reloj, el foco se trasladó al auto destrozado. Para colmo ante la inminente carrera que definiría los 12 pilotos clasificados a la Copa. Después vino el análisis visual y enseguida detallado y mediciones por parte de la gente del Dole Racing, a cargo de la representación de Toyota Gazoo Racing Argentina que, según pudo percibirse, continuará sin cambios en 2024. Encabezada la labor por Braian Kissling, se reportó el control de daños y al toque la decisión de meterle mano al Camry para que estuviera en la grilla de la serie con el Misil al volante.

«Los chicos hicieron un trabajo increíble, una muestra más de la capacidad que tienen y la entrega y compromiso permanente. El sábado alrededor de las seis de la tarde comenzaron los trabajos para reparar el auto de Matías; trabajó todo el equipo completo a su tiempo, unas 25 personas», tal el detalle de Marco Jakos a visionauto.

Hubo que hacer casi un auto nuevo «en poco más de seis horas -amplió Jakos-, después que la ACTC nos permitiera extender el tiempo para trabajar. ¿Cuánto se tarda para hacer algo así en caso que el auto estuviera en el taller?, y alrededor de una semana».

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El Camry quedó al desnudo en el quirófano improvisado, en que se convirtió el box iluminado a giorno y con las persianas bajas. Debieron cambiar los canalizadores de aire que van en la trompa, radiadores, mangueras, los cuatro amortiguadores, barras, la estructura de caños soportó el golpe si bien hubo que efectuar retoques. También cambiaron los pontones y hasta colocaron un techo nuevo y otro motor. Jugó a favor la proximidad del taller del Dole Racing respecto al Gálvez, permitió que trasladaran todos los elementos necesarios para reponer. «Una hora y media después de la medianoche del sábado, pusieron el motor en marcha. Después se terminó del rearmado final, conexiones, alineación, sin dudas una tarea gigantesca la que hicieron los chicos mecánicos (Sebastián Galante, Hernán Vega, Juan Morart, Ignacio Cuello, Paulo Morales, Francisco Moreno, entre otros), finalizada por completo el domingo antes de la largada de la serie (llegó 11°)», apuntó después Jakos a visión.

Luego de afinar los lápices, revisar la carrera de varios pilotos rivales (sancionados unos como Emi Spataro) y de minutos inciertos, los comisarios deportivos confirmaron que el 29º lugar de Matías en la final, le alcanzaba para ocupar la última silla, 12°, entre los clasificados a la Copa de Oro (empatado en puntos con Nicky Trosset, lo aventajó el Misil por el triunfo conseguido).

No sería el único palo en el finde teceísta en Buenos Aires. Santiago Mangoni se despistó al encarar la recta rumbo al curvón Salotto luego de la S, y pagó las consecuencias la Dodge del JP Carrera. El correntino Humberto Krujosky por una goma delantera pinchada, finalizó la final cuando iba tercero, contras las defensas de cubiertas y Otto Fritzler a puro reflejos, capacidad y repentización al esquivar autos en un desbande en la misma S del Ciervo, evitó consecuencias más graves. Otto ante su Ford roto, cerró rápido su paso por el Gálvez en domingo, sin embargo, mostró ante una instancia crítica, mostró otra perlita arriba del auto a alta velocidad. Aplausos «catedrático».

Sobre el episodio Rossi, vision luego de varios intentos, conoció la referencia buscada. ¿Cuánto pudo costar reparar el Camry de Matías, para que pudiera correr?, «unos 25 mil dólares» estimó alguien que sabe hacer cuentas.

Foto portada: gentileza Campeones.

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¡Palazo en el TC!, Matías Rossi
quedó mirando el cielo

PIÑA INESPERADA Y BIEN FUERTE.

La de Matías Rossi a poco de finalizar la primera tanda clasificatoria en el Gálvez, adonde el TC ha regresado luego de casi dos años y medio.

El Toyota Camry de Matías Rossi calzado con gomas para piso seco luego que lloviera algo un rato de clasificar, siguió de largo en la S del Ciervo tras un roce con el Ford de Mariano Werner y  luego de pasar por la cama de leca golpeó de frente contra las defensas de neumáticos para finalmente volcar. Matías, trasladado al hospital del autódromo, no mostró lesiones oseas según Rodolfo Balinotti, pero si, un golpe en un pie.«Supongo que fue en el momento de golpear contra la gomas de contención, que funcionaron muy bien e hizo que todo terminase en un gran susto» estimó Rossi sobre el difícil momento vivido y que motivó la detención de la tanda clasificatoria.

Mirá lo ocurrido desde la cámara onboard, en el tuit del periodista Jorge Legnani

«Mariano me tocó, creo que no me vió porque aborta su vuelta y enseguida acelera para abrir una nueva. No nos entendimos. y luego cuando llegué a la S del Ciervo quise doblar y seguí derecho porque se rompió la dirección. El auto quedó muy roto» agregó el Misil sobre el accidente mientras que a su turno, Werner coincidió con Rossi en que «no nos entendimos en la maniobra» pero marcó una diferencia al detallar que «Matías se tiró por adentro, me mandó arriba del pianito y ahí lo agarré a Castellano…»

Una vez confirmado que Rossi había salido sin problemas físicos del vuelco, la preocupación de la gente de Toyota se trasladó a la posibilidad de recuperar el Camry dañado. Era fundamental porque Rossi necesitaba correr para defender sus chances de entrar en la Copa de Oro, seriamente amenazadas por su lugae 11 entre los 12 postulantes. Hubo un intento frustrado de utilizar un auto muletto, pero se consiguió la autorización para trabajar (entre las tareas cambiaron el motor) hasta las primeras horas de la madrugada dominguera en la reparación del auto dañado.

Sobre el Dodge del Uranga Racing motorizado por Gardelito Fernández, Quijada bajó en 1s 975/1000 el anterior récord de Canapino para la vuelta en el circuito 12 del Gálvez.

No es el Dole Racing el único equipo con trabajo fuera de hora. También  hay noche larga para el JP Carrera para poner en condiciones el Chevrolet que Santiago Mangoni golpeó a  la salida del S del Ciervo.«El auto se me fue y descalzó a la salida de la S y golpeó el muro que está cerca» contó Mangoni, otro de los que larga retrasado por las reparaciones fuera de  hora.

Hubo otros golpes pero de escena a la hora de clasificar, Responsable principal, la lluvizna que apareció a punto de iniciarse la clasificación y tiró al diablo todo lo previsto hasta el momento, incluso la posibilidad que en su regreso al TC , Agustín Canapino se quedase con el número 1. Encima el primer grupo afectado fue el que reunió a los protagonistas más destacados. Ubicado séptimo° en su tanda, a la hora del ordenamiento final, Agustín retrocedió al 48° puesto, perjudicado a su vez por una falla en el cable del acelerador, valió destacar, último hecho por su fallecido padre Alberto. Su consuelo fue que Mauricio Lambiris, el más veloz de esa tanda haya quedado 41°. A falta de un Canapino en punta tendremos un Canapino avanzando desde atrás, algo tan o más atractivo.

Lambiris, Valentín Aguirre y Leonel Ugalde disfrutaron a su turno de una efímera pole, dependiente del estado de una pista que con el trascurrir de las tandas fue mejorando sus condiciones, y cambió los rostros de alegría entre los pilotos. Con el definitivo se quedó Marcos Quijada, un promisorio joven de 20 años, surgido de las formativas categorías teloneras de la ACTC . A la alegría del debut como poleman del TC, el de Escobar en su primer año en la categoría, sumó el emocionado recuerdo de su padre Luis, fallecido tres semanas atrás y gran impulsor de su campaña deportiva. Ese recuerdo lo potenció con el homenajee que plasmó en la pista. Allí sobre el Dodge que en su lateral lució el «Para vos Pa» recorrió los 5.641 metros del circuito numero 12 en 1m30s361/1000 a 224,559 Km/h. Impresionante. Nunca nadie promedió una vuelta tan rápida en el TC dentro del Gálvez.

 

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2 COMENTARIOS

  1. «luego de afinar los lapices»…buen eufemismo para citar que, por 2do año consecutivo, metieron al auto que representa a Toyota al play off con forceps, en detrimento de rivales que habían ganado su lugar dignamente por merito deportivo… Pero como todos deben favores nadie osa decir nada x lo alto, pero si claman x lo bajo…

  2. Aml costo hay que agregarle el reasfaltado del galvez con las zanjas que dejo rossi en todo el trazado.
    Naaa mentira lo garpa otro ( espero lo arreglen y no lo veamos por años)

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