LA MIRADA DE UN ESPECIALISTA, CONSULTOR AUTOMOTRIZ, CON VASTA EXPERIENCIA Y CONOCIMIENTO.
Acerca de la industria automotriz argentina, un tema de permanente actualidad más aún frente a los vaivenes continuos de la economía en nuestro país desde hace desafortunadamente, demasiados años, visionauto le requirió la opinión a Claudio Marcelo Dato, consultor en Gestión Plus.
El hombre de 58 años, ingeniero mecánico con dos postgrados efectuados, con más de 35 años de trabajo en la industria automotriz, en particular en el área comercial desde 2001 al presente, trabajó 29 años en Volkswagen Argentina. En la terminal se desempeñó en distintas áreas de Ingeniería, luego en Reglamentaciones Técnicas y Homologaciones, continuór en Estrategia de Producto, luego como Gerente de Marketing y finalmente fue designado Gerente General de la Marca Volkswagen, función en la que comenta, “me desempeñé durante un prolongado período, durante el cual la marca VW llegó al liderazgo del mercado nacional, y en ocasiones –acota– con un market share de 30% en autos, realmente todo un verdadero logro”.
El tema abordado por Dato en esta nota como te mencionamos, es el de la industria automotriz nacional:
“El crecimiento de la industria automotriz argentina, siempre se desplazó a través de vaivenes y sobresaltos, debidos a diversas razones. Fundamentalmente obedecieron, y aún siguen vigentes, a la vulnerabilidad económica, local e internacional.
Sin ir muy lejos en el año 2002, la industria automotriz alcanzó las 90.000 unidades vendidas, mientras que en 2013 se dio el récord histórico de 935.000 unidades comercializadas.
Las profundas caídas han generado un desequilibrio en las plantas productoras, ya que no pueden recuperar sus inversiones en los tiempos previstos. Eso depara la necesidad de revisiones en las planificaciones de producción, y por ende se derivan consecuencias en el crecimiento que desde ya es clave.
Ahora veamos, no sólo situación económica conlleva a cambios en el crecimiento. Cuando se aplica en el país la Ley 24.449, que entre otros puntos estableció la reducción drástica de los valores de emisiones contaminantes, obligó a reemplazar a los carburadores por sistemas de inyección, y no todas las terminales y proveedores estaban preparados para tan importante cambio tecnológico. Eso obligó a reemplazar producciones locales por importaciones.
Así como cito esto a modo de ejemplo, se sucedieron muchos más, generando una mayor importación de componentes necesarios para la producción local. Por ende surgieron una mayor cantidad de imprevistos, que derivaron en problemas para la producción. Esta situación también se ha visto reflejada en el parque de proveedores de las automotrices, que deben importar insumos para poder llevar adelante el proceso de fabricación.
En los últimos años, la industria automotriz se ha reducido, y no sólo por la situación económica poco feliz que hemos venido atravesando. También se dio por la falta de moneda extranjera, dólares, que permite la importación de insumos y productos terminados en función de la demanda del mercado.
A su vez, no se puede dejar de mencionar que la escasez de piezas o componentes puntuales, tanto en el caso de proveedores locales como extranjeros, también generan pérdidas en la producción que, de no darse, el mercado se sustentaría aunque no llegara a valores históricos, permitiendo mejorar la presente situación”.