¡QUÉ TIEMPOS AQUELLOS!
Mezcla de bronca y nostalgia, seguramente, esta es la exclamación que soltarán muchos hinchas de Chevrolet de cara a la temporada automovilística 2023 y a la hora de pensar en sus expectativas deportivas. Expectativas que, por tratarse de una de las marcas más importantes del automovilismo argentino, especialmente en el TC, tienen que tener la vara alta de pretender no sólo triunfos sino campeonatos.
Surge esa bronca frente a una realidad que ve difícil esos objetivos ,basícamente los campeonatos, al tiempo que aflora la nostalgia al recordar tiempos no tan lejanos donde esas expectativas eran tan altos como el optimismo, porque para concretarlas estaban campeones del nivel de Agustín Canapino, Guillermo Ortelli, Christian Ledesma…
Ya no está Ortelli, retirado hace un año. Tampoco Canapino, luego del sorpresivo “volantazo” que dio de su anunciada continuidad en el TC a fines de noviembre a su ingreso a mediados de enero al automovilismo internacional con su integración al equipo de IndyCar de su compatriota Ricard Juncos. Indudablemente éste último es el golpe que más siente la marca, porque lo deja sin su gran figura y referente- Un golpe del que tampoco sale ileso el Turismo Carretera por encima de la proclama oficial que “el TC está por sobre los pílotos…”.Por lo general es cierto, aunque hay excepciones. Valga recordar como en su momento sintió las ausencias de dos ídolos de Chevrolet como Roberto Mouras y Osvaldo Morresi, al punto que para atenuarlas, se dejaron de lado divergencias y se convocó a Juan María Traverso para su regreso.
De aquel trio ilustre de campeones (Canapino,Ortelli,.Ledesma) de hace un par de años, sólo queda Ledesma. A punto de cumplir 47 años ( 4 de febrero), el marplatense viene precedido de un 2022 complicado en el tránsito con dignidad de la última parte de su campaña. Habrá que ver sus reales motivaciones para luchar sobre el Chevrolet de Las Toscas contra pilotos más jóvenes y estructuras bien firmes. Por pergaminos y experiencia, asoma en el primer lugar como esperanza de la marca aunque sin olvidar a Gastón Mazzacane, otro representante “chivo” para tener en cuenta por su experiencia (47 años) y su consolidación en un equipo sólido como el Dole Racing.
Como contrapartida del alejamiento de figuras, Chevrolet ha conservado uno de sus grandes bastiones dentro de los equipos: el JP Carrera. Bajo la dirección de Gustavo Lema sigue Santiago Mangoni y vuelve el jóven Diego Ciantini. Sin la “sombra” de Canapino, ambos disponen de la oportunidad de ganarse sus propios lugares dentro de la categoría y fundamentalmente de la marca. Como incógnitas se presentan Sergio Alaux, Juan José Ebarlin y el retornado Ricardo Risatti, el terceto de pilotos que completan el grupo de representantes chivos con chances ciertas de algún protagonismo. Como el resto, deberán poner mucho trabajo y esfuerzo. Otro dato que oscurece el panorama de Chevrolet es ver que con 11 pilotos ranqueados es de las marcas tradiciones (se excluye a Toyota, ingresada el año pasado) es la que cuenta con menor cantidad de pilotos. Dodge y Ford comparten la máxima con 17, seguidos de Torino con 15.
Si complicado es el panorama para Chevrolet en el Turismo Carretera, qué decir de lo que pasa en el TC 2000, también escenario de éxitos y títulos hasta hace poco. Perdió la representación oficial de Chevrolet, se le fueron los pilotos (Canapino rumbo a IndyCar y Llaver al TCR South America) y ahora su tradicional patrocinante YPF se alejó rumbo a Honda para reemplazar a Puma Energy. No quedó nada. Los dueños del Pro Racing (equipo que gestiono la participación de los Cruze) anunciaron a fines del 2022 su intención de continuar, pero por ahora el silencio rodea al tema. Preocupante.
No hay dudas, pinta “chivo” el 2023 para Chevrolet en las dos categorías más importantes del automovilismo argentino.
Fotos: Prensa ACTC y Prensa TC 2000.
Ahora explota el rayo. Estaba siendo opacado por Canapino