LA TEMPORADA MÁS FLOJA DE LOS ÚLTIMOS TIEMPOS.
No le fue bien a José María López este año fuera del equipo oficial Toyota en el Mundial de Endurance (WEC). Pero tampoco les fue bien a los japoneses, decisión aparte, en un torneo que había dominado al límite del control imperial en los últimos seis años.
Salvo cuando le tocó competir con un Hypercar en las 24 Horas de Le Mans, y peleó el triunfo hasta la última media hora –derrotado por una decisión estratégica de los vencedores de Ferrari-, López atravesó un año muy discreto, por motivos que, en general, no tuvieron que ver con su rendimiento personal.
¡Ni siquiera publicó un tuit en toda la temporada!
Dedicado a desarrollar el futuro proyecto GT3 de Lexus, la marca de lujo de Toyota, ya con más de 40 años, López quedó reducido a un papel de mentor. No solo con sus compañeros de equipo –el veterano japonés Takeshi Kimura (en octubre cumple 54 años,) y el joven francés Esteban Masson (21 años)- sino también del equipo, la escuadra francesa ASP del expiloto Jerome Policand, que no tenía experiencia en el WEC ni en carreras de tan larga duración.
Kimura es un empresario del rubro inmobiliario en Japón que dispone de grandes recursos, por lo cual es necesario en el equipo (además, el reglamento requiere un piloto “Bronce”, generalmente un acaudalado amateur) y es uno de los más lentos de la especialidad y ni siquiera habla inglés, solo lo supera en ese sentido el italiano Claudio Schiavoni, uno de los dueños del equipo Iron Lynx para el que compite. Es un lastre para la normal actuación del Lexus n° 87.
Sobre todo porque el reglamento prescribe que sea el piloto Bronce el que conduzca el coche durante la clasificación y arranque la carrera. López se lo había admitido a Visionauto en la previa de las 24 Horas: “está todo dicho cuando me subo al auto”.
Por esa razón básica, el n° 87 es el coche de peor carnet en lo que va del 2024, cuando solo quedan por disputarse las 8 Horas de Bahrein, el próximo 2 de noviembre:
16-15-14-10-11-11-12
El mejor resultado, un décimo puesto, ocurrió precisamente en Le Mans, la carrera más larga del calendario, dónde se registraron muchos retrasos y abandonos. En las 24 Horas, López volvió a conducir el Toyota n° 7 de Hypercar y acabó segundo en la general.
El otro auto del equipo ASP, el Lexus n° 78 (foto superior) que conducen el austríaco Clemens Schmid, el sudafricano Kelvin Van der Linde y el francés Arnold Robin (el Bronce de la tripleta), normalmente larga delante del n° 87. Esta es la comparación de los carnets de ambos autos a lo largo del 2024:
N° 78: Ab-14-10-7-NC-9-11
N° 87: 16-15-14-10-11-11-12
(El n° 78 no corrió las 6 Horas de San Pablo tras un duro golpe en la clasificación)
Cada vez que ambos autos terminaron la carrera, el n° 78 llegó delante del n° 87.
Las disparidades entre los pilotos del Lexus n° 87 se fueron atenuando con la disputa de las carreras, al punto que, tras la actividad previa a las 6 Horas de Fuji, cuando se tomaban en cuenta las mejores vueltas de cada uno de los pilotos, había menos de un segundo entre los tres:
López: 1m40s995 (práctica libre 2)
Masson: 1m41s170 (práctica libre 3)
Kimura: 1m41s850 (clasificación)
Pero para entonces, el nipón había dado 59 vueltas al circuito, contra 28 del argentino y 22 del francés.
En Fuji, López se subió al auto cuando ocupaba la 13ª posición en la clase. La vocación por llevarlo más adelante en la clasificación (o, probablemente, la frustración), llevaron al cordobés a transgredir los límites de pista, por lo que sufrió dos penalizaciones. Pese a ello, el n° 87 acabó decimosegundo.
El reporte del equipo ASP maquilló el resultado de este modo: “Esta prueba local para el Akkodis ASP Team Lexus RC F LMGT3 podría haber terminado con muy buenos resultados, pero los dioses de las carreras decidieron lo contrario. Después de buenas actuaciones en los entrenamientos libres (Top 5), clasificación (P6) y durante las primeras cinco horas de carrera, entre P5 y P7, el desgaste de los neumáticos en esta exigente pista no permitió al equipo mantener sus posiciones. mientras cruzaban la bandera a cuadros”.
En definitiva, poco que hacer dentro de tal panorama.
Al Toyota Gazoo Racing de Hypercar no le fue mucho mejor. De las siete carreras ya disputadas, los coches japoneses solo ganaron dos, contra tres de Porsche y dos de Ferrari. En 2023, los Toyota habían ganado seis de las siete carreras del torneo, siendo derrotados solo en Le Mans.
La victoria en las 6 Horas de Imola llegó solo después de un grosero error estratégico de Ferrari, que tenía a sus tres autos en la vanguardia (foto) cuando inesperadamente se largó a llover; el triunfo en las 6 Horas de San Pablo fue mucho más contundente.
Pero, reflejo de una paridad más interesante en el torneo –que se ha vuelto ya el segundo campeonato mundial en importancia por detrás de la Fórmula 1 y delante del rally- Toyota no consiguió nunca en la temporada uno de esos 1-2 que eran tan habituales en años anteriores. En Imola ganó el n° 7 y fue quinto el n° 8; en Interlagos, a la inversa, venció el n° 8, pero el n° 7 acabó cuarto. No hubo una sola competencia en la actual temporada, en la cual ambas tripulaciones fueran al podio.
La derrota más dramática de Toyota se dio en las recientes 6 Horas de Fuji, una prueba que ganaron ininterrumpidamente desde 2012, salvo en 2015 cuando Porsche y teniendo en cuenta que en 2020 y 2021 no se disputó a causa de la pandemia.
En las últimas cinco ediciones de la carrera local (Toyota es propietaria del circuito), de 2017 a 2023, los autos japoneses ganaron con demoledores 1-2.
En esta ocasión, los GR01 0 se vieron perjudicados por el Balance de Performance, que los tornaron en los coches más pesados (1070 kg contra 1055 de las Ferrari 499P y 1049 de los Porsche 963) y menos potentes (665 HP contra 670 de los italianos y 685 de los alemanes), y fueron duramente derrotados: el n° 7 abandonó cuando Kamui Kobayashi perdió la cabeza viendo que su auto era tan lento en lo derecho y se involucró en una colisión contra el segundo Porsche del equipo Penske oficial; al n° 8 apenas si le alcanzó para llegar en la décima colocación, la última puntable.
“Fue un desastre para nosotros”, aseveró Sebastien Buemi, uno de los pilares del equipo y el piloto con mayor cantidad de triunfos en el WEC moderno (2012-2024). “Es un trago amargo para todo el equipo”, admitió Nyck De Vries.
Así, Porsche (foto arriba) y sus pilotos, cuentan con las mayores chances de ganar ambos títulos en la fecha de cierre en Bahrein.
Marcas
- Porsche: 161
- Toyota: 151
- Ferrari: 134
Pilotos:
- Lotterer-Estre-Vanthoor (Porsche n° 6): 150
- Fuoco–Molina-Nielsen (Ferrari n° 50): 115
- Kobayashi-De Vries (Toyota n° 7): 113
La carrera dará un punto a la pole-position, 38 puntos al ganador y 27 puntos al segundo. Si Toyota ganara la carrera, necesita que Porsche termine de tercero hacia atrás para quedarse con el título. En cambio, los pilotos de Porsche precisan apenas terminar octavos para coronarse. Kobayashi y De Vries (foto inferior, con Mike Conway) precisan ganar y que el n° 6 no termine entre los ocho primeros para ganar el torneo. Parece complicado.
¿Existe alguna chance de, después de lo visto este año, Toyota dé marcha atrás y reponga a López en la categoría Hypercar? Parece imposible, en la medida que la marca busca bajar la edad promedio de su dotación (ya jubiló al japonés Kazuki Nakajima con 36 años…) y no se asegura la continuidad de Kobayashi (38 años) después de 2025.