IGUAL QUE LARRAURI, CERCA DE GONZÁLEZ
¿Habrá que esperar hasta 2050 para ver a un piloto argentino entre los tres primeros en la clasificación general de las 24 Horas de Le Mans?
Ojalá que no, pero la inquietud surge tras encontrar en el repaso histórico la curiosidad que muestra que lapsos de 32 años separaron las tres presencias argentinas en los lugares destacados de la clásica carrera francesa .Una serie que se inició con José Froilán González y su triunfo en 1954, continuó en 1986 con el segundo lugar de Oscar Rubén Larrauri e incorporó en este 2018 el fresco ejemplo de José María López, escolta junto a Kamui Kobayashi y Mike Conway en el cómodo triunfo de Toyota que encabezó el niño mimado del equipo, Fernando Alonso, secundado por sus compañeros Sebastien Buemi y Kazuki Nakajima.
Cada actuación tuvo su tiempo, sus circunstancias y obviamente sus méritos para los pilotos. Por estar más lejanos vale recordar lo que hicieron Froilán y Poppy, en épocas que la categoría contaba con mayor cantidad y calidad de participantes tanto entre los pilotos como entre las marcas.
El paso del tiempo no ha quitado a Froilán González del sitial del honor entre los 14 argentinos que corrieron las 24 Horas de Le Mans. Su actuación es hasta el momento la única que puede calificarse como realmente histórica porque fue el único que ganó y lo hizo manejando 17 horas y dejando las restantes 7 para el francés Maurice Trintignant, su compañero sobre la Ferrari 375 Plus. Esa Ferrari fue una de las tres oficiales que presentó el equipo italiano para hacerle frente a la poderosa formación Jaguar, dominadora por aquellos años en Le Mans (había ganado en 1953 y venció luego en 1955,1956 y 1957), a los Aston Martin y Talbot. Y fue la única Ferrari que recibió la bandera a cuadros en una carrera complicada por la lluvia y distintos accidentes.
Sin llegar al triunfo resultó muy meritorio lo que en 1986 hizo Oscar Larrauri que como cabeza del Brun Motorsport compartió uno de sus Porsche 962 C con el español Jesús Pareja y el francés Joel Gouhier. Terminó segundo detrás del Porsche oficial de la tripulación Hans Stuck-Dereck Bell-Al Holbert en una clase mayor que presentó 29 autos (sobre un total de 50 que largaron) y que incluyó a otros dos Porsche oficiales, varios satélites de los equipos Joest, Kremer, Brun Motorsport, Fitzpatrick y Liqui Moly, tres Jaguar oficiales y dos Sauber Mercedes Benz. Una nutrida e importante oposición que entre retrasos y abandonos le abrió el camino a Poppy para su excelente resultado que 32 años después igualaría José María López. A diferencia de Pechito, Larrauri no pudo festejarlo en el podio, porque en esa época ese estrado sólo estaba reservado para los ganadores. “El lugar era chico y sólo subían los vencedores “ le recordó Poppy a Visión antes de elogiar la tarea de Pechito.Ese Porsche 962 C fue recientemente vendido en 1.600.000 dólares en una exposición de autos clásicos en Amelia Island, Estados Unidos.
Esos ciclos de 32 años estuvieron cerca de ser quebrados en 1973 por Carlos Alberto Reutemann, en épocas en que todavía los pilotos de Fórmula 1 estaban liberados para correr en el Mundial de Resistencia. Sobre una Ferrari 312 PB 73, que alternaba en la conducción con el australiano Tim Schenken. Lole estaba al frente de las 24 Horas cuando en plena noche rompió el motor. Fue un rato antes que por un problema en la transmisión abandonase otra Ferrari, pero en este caso modelo 365 de la categoría GTS que compartían Rubén Luis Di Palma y Néstor García Veiga en su esporádica incursión en Le Mans.
Ojalá que este ciclo que inicio Pechito se quiebre mucho antes del 2050.