EL DESENLACE.
En la nota reciente te contamos lo sucedido, inexplicable, en el autódromo chaqueño de Resistencia, cuando el Fiat 128 de Juan Carlos Iglesias hijo a poco de comenzar a entrenar hace unos días, para la primera carrera del año de la Clase 2 de APAC, se incendió causándole consecuencias físicas que resultaron irreversbibles para el piloto de 40 años, oriundo de Pergamino, radicado en Charata.
El fallecimiento de Iglesias, uno de los hijos de Juan Carlos, el ex corredor de Turismo Carretera, ha causado mucho pesar y a la vez, reabrió el debate acerca de las condiciones de seguridad y generales que rodean al automovilismo zonal en todo el país.
«Bueno gente. Quería informarles a todos que Juan ya no está entre nosotros. A las 10,50 falleció (20-4-19). Muchísimas gracias a todos por los gestos de cariño que han tenido para con nosotros todos estos días. Gracias», anunció su hermano Manuel.
Manuel, uno de los que lo socorrió en el desesperado intento cuando el auto se prendió fuego, instantes en los que ante lo indicado por testimonios y crónicas periodísticas, los servicios de seguridad mostraron graves falencias que luego derivaron en duras sanciones por parte de la Federación Chaqueña de Automovilismo.
Juan Carlos (años atrás supo correr también en Top Race), formaba parte de la familia Iglesias, muy arraigada al automovilismo desde su abuelo Jesus Ricardo, quien supo competir en los ´50 en TC, llegando incluso a tomar parte del Gran Premio de Argentina de F-1 de 1955. Años más tarde, Juan Carlos padre y su hermano Ricardo animaron el TC, destacándose en especial en la década del ´70 con los Ford Falcon oficiales y también en equipos semioficiales, preparados por el Polaco Miguel Herceg. En los años recientes, el apellido Iglesias representado por Nicolás, hijo de Ricardo, también marcó presencia en el automovilismo.
¿Ha sido producto de un imprevisto inexplicable la lamentada muerte de Juan Carlos Iglesias hijo? Si de seguridad se trata, pese a mejoras que han ido produciendo en el automovilismo a nivel nacional, aún resta mucho camino por recorrer. Camino que suele mencionarse ante la accidentes que hayan ocurrido, dando pie a opiniones para todos los gustos e discursos apuntados a buscar soluciones, que se han ido diluyendo ante el transcurso del tiempo. Mucho mayor, desde hace varias décadas, es el bache profundo existente en las incontables categorías zonales que surcan la Argentina, donde las precariedades y ausencia de controles estrictos y permanentes, suelen aflorar casi a cada paso.
Ante la pérdida irreparable y dolorosa de Juan Carlos Iglesias hijo, no van más discursos. ¿Surgirán decisiones, medidas, para torcer historias con final tan triste como las de Iglesias?; mmm…
Fotos: Facebook