UN TITO PURO.
Como otras figuras del automovilismo argentino, Ernesto Bessone, pasó por Visionauto Radio (Ecomedios AM1220, martes a las 11 de la noche). Puntualizó con revelaciones acerca del caótico paso del Turismo Nacional por el reinaugurado Autódromo de Bahia Blanca, y también dejó algunas perlitas de su futuro profesional, donde el casco y el antiflama parecen reposar ya en el rincón de los recuerdos. Si nos escuchaste, te lo recordamos acá lo que dijo Tito; si te lo perdiste, acá tenés la oportunidad de saber lo que opinó.
«Claramente la pista del autódromo de Bahía Blanca no estaba segura. Ninguna pista tiene seguridad cuando se levanta tierra. Tuvimos malas experiencias sobre este tema. Por suerte no pasó nada, pero había sectores donde al desaparecer los muñecos de goma, los autos levantaban tierra y los de atrás no tenían la posibilidad de ver».
«La carrera tendría que haber sido neutralizada durante cuatro, cinco o las vueltas que se necesitaran, para volver a poner los muñecos de gomas que limitaban la pista y limpiarla. Todo fue muy riesgoso, porque si un auto quedaba cruzado en la pista no había forma que otro pudiese evitarlo porque no se veía nada. No sé porque bajo esas condiciones, los pilotos que tienen la posibilidad de ser escuchados, no le pidieron al comisario deportivo que neutralizara la carrera. De mi parte le pedí a Santero (piloto de Toyota Gazoo Racing en el equipo que dirige Bessone en la Clase 3) que tratara de transitar por la pista, y no sé como hizo para salir airoso de una situación complicada con tan poca adherencia. Fue muy estresante. Ojalá puedan capitalizarse estos errores para que no se repitan».
«Escuché que en la reunión previa la gente del Automóvil Club Argentino le dio a los pilotos la posibilidad de no correr luego de los planteos que le hicieron desde el jueves, al ver complicada la pista. Sin embargo los pilotos decidieron no ir a votación y seguir adelante con la carrera, al entender que ya estaban en el circuito, con todos los gastos hechos, y además por los patrocinantes. Esa es la realidad».
«¿Quién hubiese sido responsable en caso de haber ocurrido una desgracia? Creo que la responsabilidad hubiese sido de todas las partes. Es que por encima que el Automóvil Club es el responsable de verificar las pistas, los pilotos son los que deben decir podemos o no podemos correr. Lamentablemente la pasión y la parte económica están por encima de la seguridad. Bajamos un par de cambios cuando ocurren cosas como estas o peores, pero luego se repiten. Es de esperar que esta experiencia sirva de una buena vez.»
«Obviamente los pilotos, la dirigencia de la categoría y las autoridades trataron de sacar adelante el espectáculo. Pusieron la mejor voluntad, pero sin dudas el autódromo necesita más tiempo de trabajo para tener los pianos en condiciones y para que crezca el césped. Ojalá se haga para cuando vengan otras categorías, porque según me contaron los pilotos, el dibujo es atractivo y además la plaza es muy buena como lo probó la gran cantidad de público».
«No había trabajado con Julián Santero, y si bien sabía de sus grandes condiciones conductivas me llamó la atención lo enfocado que está y el profesionalismo que tuvo, como así también la tranquilidad con la que encaró un fin de semana complicada. Fue un merecido ganador».
«Actualmente estoy muy enfocado en mi trabajo de director de equipo, y por eso aunque uno siempre quiere correr una carrera más, me parece que se terminó mi tiempo de piloto. Puedo correr la carrera de binomios del TN,y tal vez se dé una carrera despedida, tanto en el TC como en Súper TC 2000, que fue la otra categoría que me dio grandes satisfacciones. Si se da, se da y si no se da, también. Actualmente mi foco de atención principal es mi trabajo abajo de la auto».
Un Tito Bessone a pleno. Como en sus tiempos de piloto, que según deslizó, ya forman parte del pasado.
Fotos: Prensa APAT.