EL ESTADOUNIDENSE JOSEF NEWGARDEN, SU PATRÓN, GANÓ POR QUINTA VEZ.

Los óvalos le sientan bien, este año ganó en el Templo, en Indianápolis. Y en Iowa fue categórico en el Dallara Chevrolet, aventajando por 3s375/1000 al neocelandés Scott McLaughlin en otro Dallara-Chevrolet, en la pista donde una vuelta insume unos 18/20 segundos. El mexicano Pato O»Ward completó la trilogía de Dallara-Chevrolet, tercero a 9s607, en tanto el primero de los Dallara-Honda, del sueco Marcus Ericsson, cuarto, a 14s638. El español Alex Palou (Dallara-Honda), holgado líder del campeonato, finalizó octavo 249 giros.

Otra prueba de caráter.

 

Agustín Canapino a otra de sus experiencias con un alto grado de exigencia física y mental en IndyCar, la completó con un meritorio, más que digno y a un ritmo muy bueno, 16° puesto a tres rondas de Newgarden, después de arrancar 24°. Un escalón adelante, 15° su compañero Callum Ilott luego de viajar gran parte de la carrera delante suyo. Una parada en el pit, lo retrasó más de la cuenta. Otro resultado bueno para el arrecifeño, midiéndose cara a cara con rivales con quilates y años en IndyCar, y en un tipo de circuito alucinante donde rondan los 300 km/h.

«La pista corta más rápida del mundo», es el óvalo de Iowa, cercano a la ciudad de Newton. Y fijate, el récord de vuelta aún vigente en IndyCar, pertenece al brasileño Helio Castroneves; con un Dallara-Chevrolet en junio de 2014 clavó 17s228/1000, a 300,699 km/h.

A las tres de la tarde del domingo en la Argentina, quedó aguardando la carrera dos también a 250 giros, con lo cual los muchachos, van a completar 500 vueltas a un circuito de 18/20 segundos!. En ese gran juego, está jugando Canapa.

 

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