UN HITO HISTÓRICO.
El que el Turismo Carretera ha marcado en la séptima edición del Desafío de las Estrellas en el Villlicum sanjuanino. No ha sido una victoria más, de las muchas que acumula Matías Leonardo Rossi en la categoría. En esta ocasión el valor del éxito viene más por el lado de la marca y tiene una explicación histórica, por ser el primer festejo de Toyota en el TC. No es una alegría más para la marca japonesa que se suma como sexta ganadora a Ford, Chevrolet, Torino, Dodge y Volvo en las 82 temporadas de la categoría.Tampoco para el TC y el automovilismo argentino.
Tamaña victoria de Toyota es la que termina de abrir la puertas a la nueva era en el TC. Esa era que a principios del 2022 empezó a entornar Toyota con el desembargo del Camry, sin que faltasen las quejas de los tradicionalistas y ampliadas recientemente con el anuncio de la incorporación de los nuevos modelos, Mustang, Camaro y Challenger.
Un cambio que es irreversible, como, con las mieles del éxito frescas, sostiene Daniel Herrero, el coordinador general de Toyota Gazoo Racing, y pieza clave en la expansión de la marca en el automovilismo nacional. “Al ver que llegan los nuevos modelos, queda claro que esta transformación de la categoría que encabezó Toyota era el camino correcto».
Si la espera del debut victorioso fue mucha y no exenta de frustraciones, valió la pena esperar y superar esos tragos amargos, porque el día soñado vino y con el 1-2 del equipo que completó Andrés Jakos, y en el Desafío de las Estrellas, la más Especial de las Carreras Especiales. Particularmente por sus características distintivas (grilla por sorteo, obligatorios pasos por boxes para cambiar un neumático por primera vez con la tuerca central y recarga de combustible, que amplían las exigencias a todos los equipos. Ahí el avanzado profesionalismo de la gente de Toyota marcó la diferencia cuando el trámite general de la carrera de hizo enredado y algo confuso, y mostró situaciones absurdas como Julián Santero llevándose puesta en una de sus ruedas, la pistola especial para cambiar neumáticos, el Tubo Gini cruzando su flamante Toyota frente a su propio box, al deslizarse cuando freno sobre el piso resbaladizo, o bien un par que se llevaron de paseo a la pista, los bidones utilizados por los mecánicos para el reaprovisionamiento de nafta.
«Se dio una carrera espectacular. Felicito a todo el equipo, a Kissling, a Servadío, a Garófalo… Me tenía fe, ha sido un finde soñado para nosotros. Ahora hay que disfrutarlo. Pasaron unos cuantos años de mi anterior victoria en el TC (Rosario 2019) y esta es especial para mí. La voy a recordar siempre, es histórica porque una nueva marca gana en el TC. Además resulta significativa para el automovilismo argentino, por lo que es Toyota a nivel mundial, y todo lo que aporta la marca para la actividad a nivel internacional«, confesó un feliz Matías.
Con un desarrollo más enredado que atractivo, la final sumó algunos choques, consecuencia de una superpoblada pista (largaron los 53 inscriptos) y enseguida se mezclaron, por el sistema de grilla por sorteo, los autos veloces con otros no acostumbrados a andar tan adelante Para corregir en esta nueva era iniciada por el TC con el ingreso de Toyota a su galería de ganadores.
Fotos: ACTC.
