SE CALCULA QUE LA INVERSIÓN ALCANZARÁ UN BILLÓN DE DÓLARES.
La electrificación total de la flota de camiones comerciales en los Estados Unidos, requeriría casi un billón de dólares solo en inversión en infraestructura, según un informe presentado en conferencia de prensa por Chris Spear, presidente y director ejecutivo de American Trucking Associations.
“Y esto no incluye la compra de camiones nuevos, que todos sabemos cuestan entre dos y tres veces más que un diésel ecológico actualmente disponible”, agregó Spear.
Por ejemplo, un camión diésel Clase 8 cuesta aproximadamente 180.000 dólares (para el mercado norteamericano), mientras que un camión eléctrico de batería comparable cuesta más de 400.000 dólares.
El estudio pronostica una construcción de infraestructura realista, para la electrificación de vehículos comerciales de servicio mediano y pesado, exponiendo la enorme brecha de inversión a medida que los formuladores de políticas estatales y federales, exigen mayores tasas de adopción de vehículos comerciales eléctricos de batería.
Preparar la flota de vehículos comerciales actual para la electrificación, requeriría que la industria de vehículos comerciales invierta más de 620 mil millones de dólares sólo en infraestructura de carga, incluidos cargadores, infraestructura del sitio y actualizaciones del servicio eléctrico, según el informe.
Las empresas de servicios públicos necesitarían invertir 370 mil millones de dólares, para mejorar sus redes y satisfacer las demandas únicamente de los vehículos comerciales.
El estudio encontró que, si bien los vehículos de servicio mediano enfrentarán menos obstáculos, las limitaciones económicas y operativas hacen que la electrificación sea un gran desafío para el segmento de servicio pesado.
«También está claro que una industria con una facturación anual de unos 800 mil millones de dólares y un margen de beneficio de alrededor del 5% no puede invertir 620 mil millones de dólares sin apoyo financiero o un aumento significativo de los fletes», remarcó Jim Ward, presidente de la Asociación de Transportistas de Carga de Camiones. Por ello, también sostuvo “si bien existen aplicaciones que tienen sentido para probar e implementar equipos BEV en los mercados de acarreo y basura, el camino del transporte pesado debería considerar otras opciones como el diésel renovable, gas natural renovable e hidrógeno, por nombrar algunos”.