VAMOS A CORTARLA CON LA DULZURA.

No porque José María López no merezca los elogios por la labor cumplida en las recientes 24 Horas de Le Mans, sino porque, acaso, ya los recibió todos. From Zero to Hero, dirían en el Toyota Gazoo Racing: de cero a héroe. De la nada misma a la consagración, aunque haya sido en forma de segundo puesto y no de victoria.

Emocionado hasta las lágrimas, Pecho con
la puerta abierta del Toyota saluda y la
respuesta cálida de la multitud no se hace
esperar (hubo 329 mil personas, informaron
los organizadores, nueva muestra de la
envergadura de las 24 Horas).

«Fue una gran carrera, una de las más difíciles que viví«, reconoció el cordobés. «Dimos buena pelea, recuperándonos de tantos altibajos a lo largo de las 24 horas, largando desde atrás, el clima, la competencia… Me fui muy orgulloso, por todo lo que hicimos, seguimos luchando y estuvimos muy cerca». 

La historia ya es conocida. Pero es de fábula. Una rápida cronología:

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Miércoles 5: Pecho y Mike Conway salen a entrenarse en bicicleta, como preparación para las 24 Horas. Solo que correrán en categorías distintas: Conway sobre el Toyota Hypercar nº 7, el cordobés a bordo del Lexus LMGT3 nº 87. Pero la carretera está mojada, ambos van al piso, el argentino se levanta ileso, aunque con dolor, mientras que el inglés atraviesa lo peor: fracturas variadas.

Jueves 6: López recibe un llamado de Rob Leupen, uno de los jerarcas del equipo Toyota en el WEC. “Preparate, que vas a reemplazar a Mike”. Estupor mezclado con alegría y tristeza. “El llamado lo recibí cuando estaba en la farmacia comprándole remedios a Mike”, cuenta el cordobés.

Sábado 8: se presenta en la verificación previa a las 24 Horas, en la Plaza de la República, en Le Mans, integrando la dotación del nº 7, junto a su viejo compañero Kamui Kobayashi y a su reemplazante en 2024, Nyck de Vries.

 

Domingo 9: López gira en 16 oportunidades al circuito de La Sarthe en el Test Day de Le Mans. Frente al tiempo del más veloz, 3m26s907, señalado por el francés Kevin Estre, el argentino señala 3m28s827 como mejor registro. “No me subía a uno de esos autos desde noviembre. Me adapté mucho más rápido de lo esperado”, confiesa.

Miércoles 12: En la clasificación, Kobayashi viene completando una vuelta que intenta ser la mejor de la tanda, pero falla en las Curvas Porsche y se entierra en la cama de grava con el Toyota. Bandera roja. La dirección de la carrera de acuerdo a lo planteado por el reglamento para casos así, les quita todos los tiempos y los obliga a largar en la última posición de la grilla para la clase: 23º.

Jueves 13: completan las prácticas 3 y 4, sin mayores inconvenientes.

Sábado 15, a la mañana: De Vries se lleva por delante uno de los Lexus parientes en el warm up (calentamiento). Arruina la trompa del coche. Los mecánicos llegan a componer el auto con lo justo para largar.

Sábado 15, tarde y noche: Durante las dos primeras horas de carrera, de Vries no puede hacer trepar el auto en la clasificación; lo siente todavía afectado por el incidente del warm up. A las 17:44 se sube Kamui Kobayashi, que avanza en el marcador. Cuando López se trepa al auto, a las 19:54, el auto ya estaba dentro del top-10. Nunca más saldría de allí. Pero… ¿ganar?

La lluvia, intensa de a ratos, marcó la noche y 
madrugada de la carrera durante unas cuatro horas,
lapso en que los coches transitaron bajo el régimen
de neutralización con el auto  de seguridad en pista.
Al reiniciarse, Pecho en esas condiciones adversas 
corrió al filo de la navaja y terminó siendo al cabo
de las 24 Horas, el piloto de la tripulación con
más vueltas completadas al volante (115).

 

Domingo 16. Durante la noche, con lluvia, el cordobés realizó un turno muy extendido, entre las 3:14 y las 6:46, marcado por los tiempos muy sólidos en piso seco y una larga travesía bajo régimen de neutralización. Cuando volvió a subirse al coche, a las 12:26, el auto estaba cuarto. Y en esa posición navegaba cuando faltaban dos horas de carrera. En ese momento se produjeron dos incidentes que lo dejaron en la punta: la Ferrari nº 51 tocó al Toyota nº 8, sacándole todas las posibilidades de victoria; y la Ferrari nº 50 líder tuvo que detenerse para cerrar una puerta abierta. Pechito quedó como líder, hasta su detención en la vuelta 291, a las 14:41 (a una hora y 19 minutos del final). Cuando se esperaba que Kobayashi tomara la posta (el japonés siempre cierra las carreras en ese coche), López continuó al volante, y volvió a ser el perseguidor de la nº 50.

 

Hasta que llegó la fatídica vuelta 297.

Las diferencias eran estas, en torno al medio minuto:

Vuelta 292: 37s806

Vuelta 293: 36s060

Vuelta 294: 33s581

Vuelta 295: 32s615

Vuelta 296: 33s830

El Toyota nº 7 cruzó la línea de sentencia cerrando la vuelta 296, a las 15:01 –faltando 59 minutos para la culminación de las 24 Horas- y, tras doblar a la derecha, siguió de largo en la Chicana Dunlop, una zona en la que muchos pilotos tuvieron problemas a lo largo de toda la carrera. Allí perdió algo menos de una quincena de segundos:

 

¿Perdió López la carrera allí? Difícil precisarlo: a poco de ese trompo, el equipo le pidió que no tomara más riesgos, que asegurara el segundo lugar. Cuando cayó la bandera a cuadros la diferencia fue de 14s211 –lo mismo que López perdió en el trompo- pero la Ferrari nº 50 completó las 311 vueltas con apenas un 2% de combustible remanente en su tanque.

¿Qué habría pasado si Toyota no hubiera bajado un cambio, concediendo la derrota? Solo podemos especular: la Ferrari n° 50 habría continuado ralentizando su ritmo, pero todavía tenía un colchón de 15 segundos al cierre de la carrera. La complicación de la pista semihúmeda, y la necesidad de descontar también podrían haber puesto a López entre la espada y la pared: un despiste más grave buscando el triunfo –anhelado por Pechito como el que más en la que, seguramente, fue su última carrera en Hypercar– podría haber terminado con el Toyota n° 7 fuera de carrera y sin puntos tan gruesos para el campeonato mundial, como los que sumaron Kobayashi y DeVries en su pelea por el título. Primó la frialdad y se priorizó la suma.

Pechito posee un largo contrato con su empleador para continuar desarrollando el nuevo Lexus GT3 que recién verá la luz en 2026, cuando el cordobés vaya a cumplir 43 años. Lo seguiremos viendo en Le Mans y, ¿por qué no?, aspirando a ganar la clase de los Gran Turismo. 

López en Le Mans:

2017: Abandonó (Toyota TS050 Hybrid LMP1)

2018: (Toyota TS050 Hybrid LMP1)

2019: (Toyota TS050 Hybrid LMP1)

2020; (Toyota TS050 Hybrid LMP1

2021: 1°  (Toyota GR010 Hybrid, Hypercar)

2022: (Toyota GR010 Hybrid, Hypercar)

2023: Abandonó (Toyota GR010 Hybrid, Hypercar)

2024: (Toyota GR010 Hybrid, Hypercar)

En resumen: una victoria, cuatro segundos puestos, un tercero, dos abandonos. Seis podios en ocho participaciones.

 

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