ACÁ COMENZÓ EL CAOS EN LA PISTA. DESPUÉS EN BOXES CUANDO FINALIZÓ LA CARRERA, PERNÍA Y SANTERO NO SE GUARDARON NADA; QUEDÓ AL DESNUDO QUE NO SE QUIEREN NADA.

Imágenes gentileza Fox Sports/YouTube

 

En realidad, primero fue la lluvia, una presencia no invitada por nadie en Turismo Nacional, la que hizo de las suyas para ocasionar el temblor en la final de la Clase 3. Eso sí, a la notable cantidad que rodeó el tan pintoresco y demandante Autódromo de Oberá, no le habrá importado, al contrario, se entusiasmó ante los golpes de escena, roces, toques y despistes que saben acarrear las carreras de autos sobre piso empapado.

Y bueno, al pueblo fierrero lo que es del pueblo fierrero. ¿Querían «chapa-chapa»?, la frase que simboliza al TN, surgida del ingenio de Luciano Kinder, el relator televisivo con ADN puro Turismo Nacional. Y la hubo, y más. La embestida a poco del comienzo, de Leonel Pernía en su Focus al Toyota Corolla habilitado para ganar por su rendimiento, en manos de Julián Santero, se convirtió en la chispa que encendió el fuego que ni el agua TN caída pudo apagar. El toque a la altura de la puerta y rueda trasera dercha para tarjeta roja de Leo a Julián, demoraron los comisarios deportivos de la ACTC, inexplicablemente en mostrarla. Recién se vio en la última vuelta (no pudieron completarse las 18 pactadas) con Pernía en punta, y sin haber entrado a boxes para colocar gomas para lluvia como hicieron otros. Una muestra más de la imperiosa necesidad del tandilense para abrochar esa primera victoria, requisito indispensable para ir por otro campeonato. Y mientras en la pista llevaba al Ford al filo de la navaja, Santero refunfuñaba en su box, muy enojado. Tanto que había marchado al trailer de los comisarios con la camarita que llevaba su auto (como todos), para mostrar el perjuicio causado por Pernía.

Después de la batalla, emergió ganador Santiago Mallo seguido por Jorgito Barrio y el Gaucho Germán Todino.

 

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Ni el «fallo» a favor del mendocino le quitó la bronca, a tan brillante piloto como distante de la mayoría de sus colegas y ni hablar, de la gente. Esa bronca desnudó su distanciamiento con Pernía quien en la última ronda, se vio obligado a entrar a boxes por la exclusión para entregar el triunfo en veremos, a Santiago Mallo. Triunfador por segunda vez en el año, admitió que se las vio feas por las condiciones imperantes al volante del Chevrolet Cruze. Batallador de esos que pagan la entrada, Jorge Barrio ocupó el segundo escalón en el podio luego de seguir padeciendo según el, de la falta de potencia en su Cruze, y tercero Germán Todino en el Corolla. El Gaucho, un pibe simple y bonachón, acomodado sin dudarlo entre los jóvenes corredores argentinos más aptos y con gran futuro.

En tanto Pernía y Santero en cada box se pusieron los guantes de boxeo virtuales y se cruzaron con estiletazos verbales, bah!; se dijeron de todo.

“Lo que hizo Pernía fue un desastre, vergonzoso: me apuntó a la rueda y me rompió la suspensión; estuvo bien excluido. Ya no me sorprende lo de Pernía, no tiene códigos y no me gusta como corre ni como declara ni como persona”, mandó Santero entrevistado por un periodista del programa radial Campeones donde también, cuando arrancó dijo que no quería hablar sobre Pernía para no herir y «no hablo de un fracasado» lanzó.

Después, el turno del Tanito, digamos a media máquina para enchufarse y bramar al toque. «Sí, me equivoqué, pero no es que no tuve códigos. No le pudo extrañar a Julián que intentara pasarlo; con la cuestión de los kilos de lastre (su auto arrastró 45) sino intento pasar autos al principio, a medida que pasan las vueltas se me hace imposible. Y bueno, intenté pasarlo y me equivoqué. Después el me la devolvió: mi maniobra fue sin querer, la suya fue queriendo. Para mi (los comisarios) debieron esperar un poquito para sancionarme; aguardar el finala de la carrera y escucharme a mi también. Cometí un error pero enseguida quise devolver la posición (a Santero), pero el agarró una mancha de aceite y se complicó. Además me habría gustado saber si su auto se rompió en el toque o fue después».

Al toque y sin pisar el freno, terminó arremetiendo: «No, no; no hay problema que Santero me denunciara, en definitiva si le pareció que tenía que presentar fue cosa suya. Lo que sí me molestó es que haya otros “vigilantes”, «llorones», por más plata que tengan, y que sin tener que ver también denuncien; esos que mandan que te filmen desde el paredón de boxes. Siempre será así, capaz no quieren que vuelva a salir campeón…”.

Periodistas, gente del ambiente, hinchas fierreros, no debieron ser demasiado imaginativos; el mensaje del Tanito tuvo como destinatario a Manuel Urcera. Acordate, al sureño también campeón de la Clase 3 y a gente de su equipo de entonces, se les achacó haber tenido que ver con los «balazos» impactados en el auto del de Tandil en esa definición de campeonato en Viedma. Episodio de inusitada gravedad si así fue, y sin embargo aún no aclarado…

Gonzalo Antolín un León en la Clase 2

Sin la virulencia de la Clase 3, la final de la «2» con más de 40 autos en pista, se la llevó Gonzalo Antolín. El mendocino de San Rafael, consiguió su primera victoria en la categoría, convirtiéndose en el ganador 151 en las estadísticas de división menor del TN.

Antolín adelante, el ganador en la Clase 2.

Subcampeón 2019 de la Clase 3 de Turismo Pista, para Antolín el triunfo tuvo un sabor muy profundo; ganó con un auto atendido por el equipo familiar y en su ciudad natal. Su padre Daniel Antolín asesorado por Gabriel Rodríguez se encarga del chasis (con 40 kilos de lasty su hermano Matías Antolín es quien busca HP de potencia en el motor del 208.

Antolín resultó el segundo nuevo ganador del año, antes Francisco Coltrinari también en un 208), en Trelew. En el campeonato actual, había terminado tercero en Alta Gracia, pero lo excluyeron por un amortiguador que no cumplía con la medida reglamentada

Facundo Rotondo escolta en su Chevrolet Onix, y esta vez no ganó el actual campeón Thiago Martínez en su gran Toyota Etios alistado en el Ale Bucci Racing; con tres victorias, 99 puntos a su favor y ante las cuatro fechas de TN restantes, pocos obstáculos aparecen en el camino hacia su bicampeonato.

Ahora, la carrera de los 200 pilotos en Buenos Aires y con invitados. Muchachos todos, a portarse bien…

Fotos: Prensa APAT

 

nota en desarrollo

 

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