EL AUTÓDROMO DE «LA BARROSA» QUIERE VOLVER A RUGIR.
Inaugurado en 1972 bajo los auspicios de Juan Manuel Fangio, está inactivo desde 2011 -trece años atrás- luego del luctuoso accidente en el que perdió la vida el recordado Guido Falaschi.
Se nota: en determinadas partes de la ladera de la sierra en la que el público se abigarraba para seguir las alternativas de las carreras, esencialmente de Turismo Carretera, ha crecido nueva vegetación (abajo).
Otros sitios están como hace trece años: en la zona del accidente de Falaschi, se apilan hojas de guardrail desactivados y cubiertas viejas desparramadas sobre la banquina, un ominoso símbolo de aquel instante trágico. ¿Existe alguna instancia judicial pendiente que ha evitado que la zona se limpiara?
Por lo demás, se nota el ritmo de los obras que se llevan adelante para renovar el trazado y recuperarlo para la actividad. Es cierto, parece que será imposible que esa resurrección se produzca en 2024. Y luego vendrá la discusión sobre el retorno del TC a semejante santuario de la velocidad que, sin embargo, supone amargos recuerdos.
El autódromo está abierto al público y cualquier fierrero puede, tras dejar 8.000 pesos efeté rabioso en las arcas de la Municipalidad, dar todas las vueltas que desee al circuito -en 2011 tenía 4.591 metros de perímetro- a una velocidad inferior a los 45 km/h, y atravesando varias chicanas artificiales en los curvones.
Una vuelta al circuito en remodelación:
Al final de la recta, se ven los trabajos para ampliar la banquina izquierda como zona para escape, removiendo parte de la sierra.
En la curva 1 -aquella del recordado accidente de Agustín Canapino- se amplia el sector para escape.
La nueva traza de la curva 1, que ya no es semicircular, pensada para extender también el espacio para los autos que puedan despistarse.
A la salida del puente se ve, a la derecha, los nuevos muros de cemento. Todavía queda mucho muro por levantar en todo el perímetro para completar la obra.
La nueva traza de la curva 0, última del circuito, pensada para agrandar esa zona de escape y, a la vez, reducir la velocidad de entrada a la trepada final al reperfilar el dibujo.
La renovada torre de control en ejecución en la zona del playón de boxes.
La entrada y la salida del nuevo tramo de pista que une la curva 0 y el rulo interior, para cerrar un circuito corto, ideal para zonales.