YAS MARINA, UNA TORTURA.
Entre el calor sofocante, la elevada humedad, una pista muy estrecha e impiadosa y además el Gran Premio de Singapur iba por la noche (en la mañana dominguera a las 9 en la Argentina). Un horno.
El tercer parcial a rendir por Franco Colapinto en la «Universidad Fórmula 1», donde comenzó a estudiar para recibirse de Piloto de F-1, se presentó uno de esos que hay que saber muy bien, para aprobarlo.
Los dos aprontes iniciales sirvieron para notar como en Italia y Azerbaiyán, que el pibe se encontraba en condiciones se recibir otra buena nota, si bien con posibles yerros, sobre un terreno más que hostil. Seguía siendo clave, obvio, que el chico debe dejar atrás la mayor cantidad de kilòmetros posibles, sin deslices groseros. Y si sumara algunos puntos más, muy bienvenidos para fortificar la aspiración compartida con los argentinos y para Williams en su afán de salir casi del fondo en el Campeonato de Constructores, sólo con el Kick Sauber en último lugar.
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La República de Singapur, es una mezcla única de ciudad-Estado y país insular, situada en el corazón marítimo del Sudeste asiático. El territorio del país, incluye una isla principal y 63 islas e islotes satélites y una periférica. Las tierras ganadas al mar han aumentado la superficie combinada en un 25 % desde la independencia del país.
Singapur es una sociedad multicultural con una densidad de población que ocupa el tercer puesto mundial. La diversidad lingüística del país se refleja en sus lenguas oficiales: inglés, malayo, mandarín y tamil, con el inglés como lengua franca. El multirracialismo está profundamente arraigado en la Constitución de Singapur, indendizado de Gran Bretaña en 1959.
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En 11º y 16º lugar en cada uno de los entrenamienetos, se ubicó Colapinto como te habrás enterado, ahora que de el se ocupan casi todos los medios del país como corresponde, y provoca a la vez una repercusión inusitada.
Refleja la conjunción Fórmula 1-Colapinto, la gran dimensión alcanzada históricamente en el país por la categoría reina, y ni hablar si en la grilla aparece un piloto calzando un casco con los colores celeste y blanco.
Charles Leclerc de nuevo al frente con la Ferrari en el entrenamiento de cierre, mientras que habìa mandado Lando Norris en el primero en el McLaren con una decoración que pretendió emular a aquel ilustre MP4 de Ayrton Senna de principios de los ´90.
Arriba del Williams número 43, aportó el argentino tres momentos más. Curioso, cuando en uno de los ingresos a los boxes, se equivocó y encaró para frenar en el box del equipo Alpine, cuyos mecànicos le abrieron paso al toque y a marcha lenta siguió unos metros y paró entonces sí, en la puerta de su «casa». En Alpine el desliz lo tomaron con humor y postearon en la red social X una foto de Colapinto con la leyenda «Vamos, Franco Colapinto».
Los restantes, cuando le sacó chispas a los paredones rozándolos sin consecuencias para continuar, si bien debió detenerse para que los mecánicos chequearan el monoplaza. No tuvo esa fortuna George Russell, a sólo dos minutos de finalizar la práctica libre, perdió el control de su Mercedes y chocó de punta contra uno de los muros.
Se notó en su cara, como se preveía el esfuerzo físico realizado por Colapinto. Conforme, optimista para la clasificación sabatina y para el gran premio (10 de la mañana de domingo en nuestro país). “Me siento fuerte y con buenas sensaciones cuando puedo enhebrar una buena vuelta, así que veré adonde podré terminar en la clasificación. En líneas generales, fue una buena sesión para continuar aprendiendo, no conocía la pista y tampoco había andado de noche, fue útil para ir acostumbrándonos a la pista y al calor».
Colapinto y el equipo Williams arribaron a Singapur con la motivación en alto luego del anterior GP en Azerbaiyán, donde Alex Albon y Franco entraron en los puntos, «sí, claro!,, nos motivó mucho lo de Baku”. Y una vez en la pista, aún con su desconocimiento, no le escatimó acelerador al auto, que acaso lo llevaron a los roces contra uno los muros. «El circuito repito, es muy duro, pero pude adaptarme rápido. En el segundo entrenamiento libre, no pude marcar una vuelta buena con los neumáticos blandos y tuve muchísimo sobreviraje. Y en el par de veces que rocé la pared, todo bien por suerte, la pista vuelvo a decir es sumamente muy duro, y a la vez muy técnico, pero bueno me adapté rápido, anduve bien en los dos entrenamientos. En el segundo no hice esa vuelta esperada con la goma blanda, claramente con los neumàticos blando es una vuelta sola, por eso no tenía sentido intentar hacer un tiempo en una siguiente, estoy contento, estoy contento, hay que seguir trabajando”.
Y además de seguir trabajando como dijo, aguardar que en la siguiente fecha, su Williams cuente también con las mejoras incorporadas al de Alex Albon, que le otorgaron un poco más de ritmo y la posibilidad de andar algo más fuerte, de todas forma siento que estaré en la pelea cuando sea la clasificación. Franco se ubicó 11° y 16° lugar (1m32s057), tanda la restante en la que encontró un tránsito congestionado en la tanda que cerró el día y no pudo mejorar. En tanto, su compañero Alex Albon, marcó en la misma práctica libre 2, hizo 1m31s650 (407/1000 más veloz que el chico argentino, para resultar noveno.
Clinc, caja. Primero de los días en el horno de Singapur adentro.
Fotos: Williams Racing
