UN BUENA SEÑAL
No sólo millones de tifosi se alegraron con la victoria de Ferrari en el Gran Premio de Australia. También el triunfo de Sebastian Vettel, luego de 18 meses de sequía de festejos (el último había sido también con Vettel,en Malasia 2015) del equipo de Maranello, entusiasmó a otro tantos millones de fanáticos que tiene la Fórmula 1 en el mundo y que están cansados de la monotonía del plateado impuesta en los tres últimos años por el dominio de Mercedes Benz. Ver el retorno victorioso de Ferrari fue el hecho más positivo de una carrera, donde como se había anticipado, por las características de los nuevos autos, no abundaron los sobrepasos.
Por encima de las expectativas deportivas y técnicas, un dato estadístico potencia la ilusión de quienes sobre la base de lo que pasó en el Albert Park de Melbourne esperan ver un Mundial de Fórmula 1 con nuevos protagonistas. Una ilusión que tiene forma de ansiedad especialmente en los hinchas de Ferrari que hace una década no celebran un título ni de pilotos ni de la Copa de Constructores.
Ese dato muestra que de las 21 ediciones ediciones que hubo entre el 1996 y 2016,desde que el Gran Premio de Australia se instaló en Melbourne, 13 de sus ganadores terminaron consagrándose campeón. De esa cifra, 5 fueron pilotos de Ferrari, como ocurrió con Michael Schumacher en 2000, 2001,2002 y 2004 y Kimi Raikkonen en el 2007. Tanto el alemán como el finés, arrancaron el campeonato festejando una victoria y lo terminaron celebrando un título.
¿Se repetirá este año con Sebastian Vettel? No será sencillo porque los Mercedes Benz demostraron que siguen siendo competitivos con lo conocido de Lewis Hamilton y un Valtteri Bottas que demostró estar a la altura de su nueva responsabilidad. Igual lo sucedido en Australia permite abrir la ilusión.
Por el equipo de VA
Fotos: eurosport.es