MUCHO SE HA DICHO, DEBATIDO Y POLEMIZADO HASTA EL PRESENTE.
El día 13 de noviembre de 2011, Guido Falaschi disputaba la final de la 15ª fecha del campeonato de Turismo Carretera, en el Autódromo Juan Manuel Fangio de Balcarce, ante una multitud como supo rodear el circuito ante cada carrera de TC
El fin de semana había ofrecido un muy serio llamado de atención, cuando dos días antes probando Agustín Canapino soporte un impresionante despiste del que por fortuna resultó ileso. El golpe fue el comienzo de los cuestionamientos a las condiciones se seguridad.
Imposible olvidar. El comienzo del incidente que se cobró la vida de Falaschí, comenzó a dos vueltas de la culminación de la final en la curva 8. Los punteros se encontraron con el Dodge del rezagado Leonel Larrauri, quien al intentar ceder espacio, el coche patinó sobre el aceite dejado por otro auto, perdió el control y golpeó contra el muro externo de la curva, que tenía gomas de protección sin asegurar y sueltas, como no debían estar.
Enseguida, el auto de Larrauri descontrolado golpeó al de Falaschi, el Ford de Guido salió despedido a unos 200 km/h contra uno de los muros, golpeó muy fuerte, destruyó el muro de neumáticos colocados para contención que no estaban sujetados como establecen los reglamentos. El Ford verde rebotó y volvió al medio de la pista, siendo golpeado por la Chevy de Guillermo Ortelli transitando por el lugar, quedando el Ford verde de Falaschi en el medio de la pista y atravesado, mientras pasaban los coches en carrera, hasta recibir el impacto del Torino de Néstor Girolami, principal señalado y acusado, tanto que después de un par de carreras sucesivas, no pudo correr más en TC. El choque del auto de Girolami se estimó que ocurrió cuando iba a unos 150 km/h, sostenida como excesiva, y dio en el lateral derecho del Ford, sosteniéndose a la vez, que su visión estuvo dificultada por las nubes de tierra levantadas.
Los auxiliares médicos arribados, brindaron las primeras atenciones a Falaschi inmóvil e incociente arriba de su auto, siendo luego trasladado al Hospital de Balcarce para ser atendido por los médicos, si bien todo indicó que Guido falleció en el acto, confirmandolo hace poco en el programa «Felpa 24» por el mismo responsable médico de la ACTC, Rodolfo Balinotti.

Con posterioridad hubo investigaciones para establecer las razones de la tragedia que, ante la fractura de la base de cráneo producida por el último impacto lateral, se cobró la vida del infortunado joven piloto oriundo de Las Parejas, Santa Fe. Los neumáticos que debieron haber contenido al auto de Falaschi, no estuvieron colocados y sujetados como correspondía e impone la FIA, además las cubiertas eran para camiones sobre las banquinas de la pista, cuya repavimentación completa se inauguraba ese día, luego de las obras finalizadas contrareloj para la carrera que por intereses políticos existía premura para concretarla, y en cuya financiación había tenido que ver el gobierno provincial encabezado por Daniel Scioli.
Entre las derivaciones inmediatas del mortal suceso, invariablemente, son recordados los dichos del entonces presidente de la ACTC, Oscar Aventín, cuando al hablar en la conferencia de prensa llevada a cabo en la ACTC un par de días después, expresó su frase que quedò grabada cuando sostuvo hasta con inadmisible suficiencia que «acá no pasó nada», recibiendo duras críticas, más sosteniendo que se trató de una fatalidad y que no existieron responsables. También dijo Aventín sin inmutarse al responder una pregunta sobre las cubiertas para contención sin encontrarse sujetadas, que habían cumplido su cometido.
La muerte de Falaschi, consigna wikipedia, llevó el caso a la justicia y al cabo del juicio, en abril del año 2022, quedò ratificada la condena a la ACTC por daño moral por la muerte del joven y promisorio piloto. Se concluyó que la carrera no debió realizarse ya que no se contaban con las condiciones de seguridad necesarias. En tanto la ACTC, publicado también en wikipedia, debió indemnizar a la familia de Guido con el pago de 3,5 millones de pesos.
Como consecuencia del incidente mortal, desde noviembre de 2011, el autódromo no ha sido habilitado para competencias nacionales. La prolongada ausencia, ha derivado en gestiones, reuniones, evaluaciones, proyectos de obras imperiosas (comenzadas con aportes del gobierno de la provincia de Buenos Aires) para que vuelva a correrse.
Una decisión crucial que encierra factores y razones deportivas y políticas de alta sensibilidad que largamente exceden la concreción de obras.
Entre tantas opiniones y polémicas que perdurarán por siembre debido a la muerte de Falaschi, este periodista se ha planteado en forma reiterada, la disyuntiva ante lo irreparable desde aquel oscuro domingo balcarceño.
¿Casualidad o Causalidad?. Analizados tantos factores en juego, la percepción no cambia: Causalidad.
Imágenes: gentileza TyC Sports


















