EN TOYOTA DEL MAQUIN PARTS APUNTÓ A DEBUTAR COMO GANADOR EN LA ESPECIAL CITA PAMPEANA.
Es bueno de vez en cuando romper la rutina. Y mejor resulta cada tanto romper la rutina de la rutina. Hace unos años, con la creación de las carreras especiales, la ACTC quebró la rutina de tres series y una final que durante tanto tiempo monopolizó los cronogramas del Turismo Carretera.
El fin de semana esa rutina en que se habían convertido las carreras especiales con recarga de combustible y cambios de neumáticos en Toay, tenía en la cita en el circuito pampeano, un par de variantes que modificaba esa rutina de las carreras especiales. La eliminación del obligatorio cambio de neumáticos, y fundamentalmente la extensión de la final a 45 vueltas (ùnica carrera). Un 50% más respecto a la tradicional exigencia de 30 giros en tierras pampeanas y casi el doble de una final normal, pactada casi siempre a 25 rondas.

Desde hace un tiempo al TC le hacen falta finales más largas que las habituales. Finales más largas que ofrezcan la posibilidad de más alternativas en sus desarrollos con el desgaste de los autos y las distintas estrategias de los pilotos. Enhorabuena esta llegada, aunque sea por ahora, una experiencia única. como esta en el veloz Toay, que esta temporada ante las casi seguras ausencias de las carreras en Rafaela y el 12 del Gálvez, se convierete en la más veloz de la temporada. Igual no todo es velocidad ante el otro requisito de la recarga de combustible. Un buen cálculo, junto con una rápida y precisa tarea del equipo en la detención, y obviamente una acertada estrategia, también son claves para quienes aspiran a subir al escalón más alto del podio en esta cuarta fecha de la temporada. Y a no olvidar la indispensable dosis de fortuna, representada en este caso por la influencia que tenga el auto de seguridad. Un “intruso” que puede aniquilar la más estudiada estrategia.
¿Habrá otro quiebre de rutina en la carrera con un ganador que hasta ahora no figura en el historial de la categoría. La pole de Marcelo Agrelo es un buen antecedente por encima de lo relativo que es partir adelante en este tipo de carrera con la obligación de pasar por boxes para recargar combustible. “La carrera será otra cosa, pero igual me tengo fe porque mi equipo (Maquin Parts) me entregó un auto excelente” destacó, acompañado de sus pequeñas hijas, este chubutense que por segunda vez en 76 carreras disfruta de una pole pero que todavía tiene vacío el casillero de victorias. Esa primera pole fue en Río Hondo 2022, también con el equipo Maquin Parts pero con Torino. Ahora sobre un Toyota dispone de una buena oportunidad para de esta manera consolidar el ascenso que con bajo perfil está haciendo en la categoría.

“Volvimos a aparecer“ anticipó un optimisita Mariano Werner, quien junto con Valentín Aguirre y Santiago Mangoni conformaron el cuarteto de punta. No fue novedad. En cambio, sorprendieron los notorios retrasos de Jonatan Castellano (24°), Agustín Canapino (29°), el campeón Julián Santero (30°) y Josito Di Palma (56° y último por un problema electico que le impió clasificar). “El auto no tiene buen equilibrio y le falta velocidad en la recta° explicó Santero sobre el funcionamiento de su Mustang.

”Fue un día complicado, mi auto no va rápido” señaló Canapino sobre su Camaro, el punto flojo del Canning Competición que ubicó tercero y cuarto a Aguirre y Mangoni. “Habrá que arremangarse” agregó el Titán De eso también se trata este tipo de carreras.
Fotos: Prensa ACTC