QUEBRAR LA MALA RACHA.
Duelen las frustraciones pero ese dolor es más fuerte en los ganadores natos. Esos que no calman su voracidad ganadora ni con muchos triunfos, ni con varios campeonatos.
Agustín Canapino es un ganador nato en el automovilismo argentino. Por eso no extraña escuchar esa decepción y lamento, sintetizado en un “estoy amargadísimo” que se le escuchó en el TC tras ver escapar en Viedma y Neuquen dos posibilidades de victorias muy cercanas.
“Estoy amargadísimo, me pasa de todo este año” repítió el Titán en Rosario en la apertura del TC 2000.Y es cierto. La mala racha siguió n la soleada jornada rosarina. Se despistó en entrenamiento, y rompió el piso, de su Chevrolet Cruze, volvió a despistarse en clasificación (igual hizo la pole) y en la carrera sprint, un problema en los frenos traseros detuvo el incontenible avance del Chevrolet que esta vez no apuntaba al triunfo, porque Julián Santero (Toyota) parecía tener controlada la situación, pero si, a la conquista de puntos que el campeón prematuramente empieza a lamentar. Párrafo aparte para Santero, cuya capacidad, experiencia y astucia le permitieron sacar provecho del enredo que delante tuvieron su coequiper Barrio, Milla y Montenegro
Dentro de su amargura. Agustín deberá estar agradecido a algunos cambios impuestos en el sistema de carreras por las nuevas autoridades de la categoría. De haberse mantenido lo del año anterior con el ordenamiento de la grilla de la final de acuerdo al de llegada en el sprint, Agustín largaría 14° entre 17 participantes. El cambio, establecido por los hermanos Levy, mantuvo las posiciones de las pruebas de clasificación para diagramar la grilla de la final. Esto deja a Agustín con la pole y automáticamente con la gran chance de tomarse revancha a tantas decepciones, Además de su talento y motivación, tiene un auto que sus rivales ven inalcanzable en condiciones normales.
“Voy a ir por todo, porque no corro sólo para sumar puntos, sino que corro para ganar” anticipa Agustin como señal clara de sus exclusivas expectativas de esta carrera final que completa esta primera fecha de una nueva era de la categoría. Una era que el ambiente de la categoría mira con optimismo porque como bien dijo Bernardo Llaver, otra de las espadas bien afiladas de Chevrolet, ”Ahora el TC 2000 está atendido por sus propios dueños y esto siempre es bueno” .
Sin dudas Canapino es el piloto más popular y atrayente del TC2000, además de ser el último campeón. Y demás esta decir que es umuy talentoso y aguerrido. Y chevrolet tiene en este momento además los mejores autos.
Pero no dejemos de prestar atención a lo que pueda hacer Santero ya sin la mochila de ser el segundo de Rossi. El año pasado demostró en TN que sabe administrar muy bien el auto durante todo el año.
Y en el sprint de Rosario demostró que aprovecha muy bien las oportunidades.
Saludos