URUGUAYO VELOZ.
Es Marcos Landa, el nieto de Juan Manuel, aquel subcampeón de Oscar Aventín en 1992. Sin haber cumplido 20 años (nació el 23/9/2001 en San Carlos, Departamento de Maldonado), y en su primera temporada de TC, silenciosamente está mostrando sus condiciones con el Torino oficial del equipo de Esteban Trotta. Por su tercer lugar en el campeonato, es uno de los clasificados a la Copa de Oro junto con Agustín Canapino y Josito Di Palma. Además, primer debutante en conseguir anticipadamente ese logro. De su buen presente y sus sensaciones, habló Marcos en Vision Auto Radio, el hombre quien pese a su corta lleva lentes en su vida y también cuando corre. Lee una síntesis de sus dichos:
LAS ASPEREZAS EN EL DESAFÍO
“Fue una lástima que el Desafío de las Estrellas haya terminado de la forma que terminó con lo que pasó con Valentín (Aguirre ganador y luego excluído). No estuvo bueno pero así se dio. Espero que sirva para que en el futuro no vuelva a suceder. Tenemos que estar preparados para el aprendizaje, y saber donde nos equivocamos. Fue una carrera bastante áspera. En mi caso, algo más tranquila, aunque también tuve mis sobresaltos cuando Gianini y Castellano se chocaron y más tarde cuando Ciantini hizo un trompo. Todo por delante mío. Creo que el tema del sorteo mezcló los autos y se dieron esas situaciones riesgosas, pero más allá de eso creo que fue una carrera entretenida. Se dio un buen show y estuvo linda, es lo que se busca con esta clase de carreras. Me gusta y creo que una o dos fechas especiales por año no le vendrían mal al TC”.
UNA MANIOBRA DESAFORTUNADA.
“A diferencia del Desafío de las Estrellas, la segunda carrera en el Villicum no tuvo ingresos del auto de seguridad. Fue sin descanso y a puro manejo. Por eso me fui contento, aunque un poquito amargado por el trompo que me retrasó al noveno puesto. Todo por culpa de una maniobra desafortunada, en la que intenté pasar a Germán Todino y el auto se me puso de costado. Fue un trompo que no empañó todo el fin de semana bueno que tuvimos, ya que anduvimos metidos entre los diez primeros y el auto funcionó muy bien. Eso me ha dejado bien parado para lo que viene”.
CARRERAS MÁS LARGAS Y LOS 1000 KM.
“Creo que están quedando un poquito cortas las carreras post pandemia a 20 vueltas. Por lo menos me gustaría que se volviese a las que estaban haciendo antes, sobre 25 vueltas. Me parece que sería lo ideal. En un momento se hicieron carreras un poco más largas, a 30 vueltas, y fueron casi lo mismo. Por eso creo que a 25 estarían bien. También está la alternativa de los 1000 Km. No tuve la posibilidad de correrla, cuando se la vio desde afuera pareció que se hizo larga. Esto no quita que sea un show increíble. Me gustaría correrla en el futuro, porque es algo raro que no se da en el automovilismo argentino. Claro que también sé que hay intereses económicos, por lo que se gasta en los autos y eso hace que sea difícil organizar una carrera de 1000 Km”.
SIN PRESIONES.
“No me llegó ninguna presión para conseguir resultados por ser piloto del equipo Renault. Uno se presiona asimismo para lograr esos buenos resultados. Este año el equipo renovó sus pilotos, y tuve la suerte de ser uno de los elegidos para representar oficialmente a Renault en Turismo Carretera. Si ya es un sueño correr en TC, mucho más lo es representar en la categoría a una marca del prestigio de Renault. Por lo que logró en los últimos años, el equipo sabe que tiene que funcionar muy bien y para eso estamos trabajando. Nos falta dar una serie de pasos más para volver al protagonismo de temporadas anteriores pero creo que vamos en el camino indicado”.
LA ADMIRACIÓN POR ORTELLI.
“Nunca pensé que iba a llegar a correr contra Guillermo Ortelli, el mismo contra el que corrió mi abuelo… Eso da una idea del tiempo que hace que corre Ortelli en el TC. El rey de Salto es un verdadero ídolo, para la categoría, para la hinchada de Chevrolet y para toda la gente del Turismo Carretera. Que más puedo decir de todo lo que ha logrado y lo dicho sobre sus méritos. Para mi es un honor compartir la pista con una figura de la dimensión de Guillermo. Es un referente no sólo para mi sino para todos los pilotos. Alguien que llegó a las 400 carreras en el TC es un verdadero crack. Por todo lo que obtuvo hasta ahora y por todo lo que volverá a lograr”.
EL ACERCAMIENTO AL AUTOMOVILISMO.
“Vi las primeras carreras de TC cuando mi padre participaba en el Desafío Focus, que corría a la mañana temprano antes que arrancara el Turismo Carretera. Así me hice apasionado del automovilismo. En el 2007 cuando tenía 6/7 años, mi abuelo y mi padre me compraron un karting y ahí comenzó mi escalera con las carreras. Fui avanzando, gané los campeonatos de karting, la Fórmula 3 Metropolitana y el TC Mouras. Este último título me dio la posibilidad de incorporarme ese año al TC, y ser parte de un gran equipo como Renault. En mis comienzos no me puse objetivos. Como ahora, lo único que me gustaba y apasionaba era acorrer. Igual a medida que fui avanzando y conociendo lo que había hecho mi abuelo me di cuenta que mi camino iba a llegar al TC. Sabía que no era sencillo pero estaba 100% seguro. Por suerte lo conseguí”.
VIRTUDES Y DEFECTOS EN LA PISTA.
“Mi punto débil en las carreras es muy sencillo y lo reconozco: me cuesta clasificar bien. Tuve autos para clasificar un poco mejor de lo que lo hice varias veces. Puede ser porque es mi primer año en el TC y también porque en algunos casos recién conozco los circuitos en el fin de semana. Esto es lo que me ha complicado pero después en las carreras suelo avanzar gracias al buen auto que me entrega el equipo. Esto es muy importante porque si no tenés un buen auto hacer maniobras de superación es muy difícil. El equipo siempre me lo da y por eso puedo aplicar mi estilo más agresivo en la parte final de las carreras e intentar maniobra que por lo general me salen bien”.
SUS EXPECTATIVAS REALES.
“No me imaginaba estos buenos resultados al arrancar el campeonato. Pensaba en progresar fecha tras fecha y tomar todo lo que pasara como una ganancia a mi favor ya que me falta un montón de experiencia. Tuve la suerte de llegar muy rápido al Turismo Carretera y por eso disfruto un montón todo lo que me pasa, pero no pensaba que en mi primer año iba a estar tercero en el campeonato, clasificado anticipadamente a la Copa de Oro y con un podio. Obviamente a medida que dieron las cosas, los objetivos fueron cambiando y la prioridad pasó a ser clasificar para la Copa de Oro, algo que ya conseguí. ¿Ser campeón? No pienso en el título. Lo único que está en mi cabeza es andar bien, subir a otro podio, ganar mi primera carrera. El título es algo que se da”.
Marcos Landa. Un uruguayo quiere hacer historia en el TC.
Fotos: Prensa Marcos Landa.