TAN EMOCIONANTE COMO ESPERADO.
Así fue el triunfo con el que Agustín Canapino abrió en el Roberto Mouras el 80° campeonato de Turismo Carretera. Un dato estadístico relegado en dimensión, ante las particulares circunstancias que rodearon la victoria del Titán, a seis días del fallecimiento de Alberto, su padre y mentor de su campaña deportiva.
“O me quedaba en mi casa a llorar o venía a correr. Y vine a correr porque eso era lo que hubiese querido mi papá”, repitió Agustín desde que llegó al Mouras sobre una decisión que, como tantas veces pero ahora más que nunca, puso a prueba su temple y que acertadamente consideró el mejor homenaje a su padre. También resultó una manera de atenuar su dolor, estando con el ambiente y el ruido de las carreras, su pasión al igual que la de Alberto.
Suelen potenciarse sensibilidades y mezclarse emociones en el deporte ante este tipo de situaciones, para así generar hechos que las aprovechen. Por eso desde que Agustín se apoderó contundentemente de la pole, se lo comenzó a ver como un exclusivo candidato al triunfo al amparo del tremendo rendimiento de su Chevrolet, en cuyo desarrollo Alberto participó hasta sus últimos días de vida. Qué mejor para activar esas emociones y ganar trascendencia, que el Trofeo Alberto Canapino lo ganase Agustín Canapino…
Figura del automovilismo nacional desde hace una década y tetra campeón del TC, Agustín no necesita de ese tipo de situaciones para anotarse como ganador. Y así como finalmente se cumplieron los pálpitos, y Agustín ganó la carrera en homenaje a su padre, bien puedo haber ganado cualquier otra en circunstancias menos tristes. Tal vez como aporte a la concreción de ese esperado triunfo, haya que recordar el injusto recargo a Julián Santero, por una maniobra contra Mauricio Lambiris que le sacó un rival de riesgo al Titán. Fue por una acción similar a la que Josito Di Palma le hizo a Diego Ciantini, sin recibir sanción alguna.
“Si hubiese estado mi viejo no hubiera ganado, porque él decía que por estrategia no convenía ganar en la primera carrera”, destacó Agustín una vez superadas las lágrimas de emoción al cruzar la meta, y tras interminables abrazos con su hermano Matías y sus colaboradores en el marco de un respetuoso silencio. Una emoción que volvió a ganarlo al recordar,” fue mi viejo el que me dio la fuerza para poder aguantarlo a Josito cuando el auto se me cruzó en el Curvón”.
Ver a Josito Di Palma como permanente perseguidor y definitivo escolta de Canapino, fue otra situación que hizo crecer la imaginación, nacida a partir de la resurrección deportiva mostrada por Josito desde las pruebas de clasificación, en su retorno al Maquin Parts. Un intuido 1-2 de Canapino-Di Palma, convertido en realidad disparó nuevas emociones ante el recuerdo del abuelo de Josito, el recordado Rubén Luis Di Palma, quien a mediados de los 80 le abrió las puertas del automovilismo grande al papá de Agustin. “No le regalé nada pero no me dio para pasarlo”, explicó Josito sobre su imposibilidad de superar a Agustín. No lo lamentó mucho.
“Sabía que mi papá era un grande, pero no tanto como lo comprobé el fin de semana”, reconoció Agustín anta las reiteradas muestras de apoyo y recuerdo hacia la figura de Alberto. “Ahora voy a tratar de sacar adelante todo el equipo, y ayudar a mi hermano Matías”, agregó de cara a un futuro en el que va a enfrentar el desafío de mantener su gran nivel, sin la tan valiosa ayuda técnica de su padre. Un camino nada sencillo en el que, con la victoria tan emocionante como se esperada, dio un buen primer paso.
Fotos: ACTC.
Mas alla de la componente emocional por lo mencuonado en la nota, la carrera fue un autentico bodrio, que solo tuvo algunas alternativas forzadas por las 2 largadas en movimiento (otra truchada a la cual se aferro erroneamente el TC) y por los sobrepasos impecables del debutante Landa.
Saludos
Se nos fue un genio, un distinto, una persona que elevaba la vara. El TC sin el no sera lo mismo.
Hoy viendo las listas de nuestra clase politica que se esta vacunando a escondidas desde enero, siento una bronca como ciudadano, porque me pongo en el lugar de la familia canapino y de todos los que tienen familiares internados o tienen a sus padres como yo todavia sin vacunar. Este virus esta diseñado para matar, destrozandote los pulmones.
Que pais injusto tenemos, y cuantas de las muertes de este año se podrian haber evitado.
QEPD Alberto!
Gracias por darnos tanto a todos los que nos gustan los fierros.