“AHORA SÓLO quedo yo…».
Fue lo que atinó a decir Enrique Oscar Mansilla, al conocer la noticia de la muerte del mexicano Alfonso Toledano, fallecido a los 57 años debido a una cruel enfermedad. Para entender su comentario, hay que recordar que Quique y Toledano fueron dos de los tres pilotos que en 1981, integraron el equipo oficial de Van Diemen en la Fórmula Ford Inglesa 1600. El tercero, que desde 22 años no está, era alguien que por aquellos años se conocía todavía como Ayrton Senna Da Silva.
Jóvenes, ambiciosos y con el impulso de los veinte años, una edad que por aquellos tiempos era la habitual para transitar por estas categorías promocionales, los tres libraron duras y ásperas batallas, donde no faltaron los entredichos verbales y hasta físicos.
Finalmente Ayrton se quedó con el título más importante, el del Royal Automovil Club (RAC), relegando no sólo a Mansilla y Toledano, sino también a Rick Morris, un británico que sin ser totalmente profesional le dio bastante trabajo.
La vida le tenía reservado diferentes destinos deportivos. Ya sabemos a lo que llegó Senna y como trágicamente terminó. Mansilla se dio el gusto de probar un Fórmula 1 (un McLaren en 1982), pero apenas llegó a correr algunas carreras en Fórmula 2, Can Am y el CART, antes de abandonar el automovilismo para dedicarse a negocios de piedras preciosas en Liberia. Toledano sólo avanzó a la Fórmula 3 Alemana y Europea, y corrió aisladamente en Sport Prototipos. De regreso a su país se ocupó de la promoción de pilotos y categorías, como la Fórmula 3 Mexicana y la Fórmula Panamericana. Volvió a ser noticia con su muerte, ocurrida paradójicamente al cumplirse 45 años de la desaparición de Pedro Rodriguez, la mayor figura del automovilismo mexicano.
Por el equipo de VA