-publicidad-

A comienzos del siglo XX, mientras en muchos países latinoamericanos los caballos seguían dominando los caminos, La Argentina ya rugía con motores. En 1913, Ford Motor Company eligió a Buenos Aires para abrir su segunda filial fuera de Estados Unidos, después de Inglaterra — un reconocimiento enorme para un país que, en aquel entonces, estaba entre los 10 más ricos del mundo. Mientras ciudades como Bogotá, Caracas, Quito o San José apenas recibían sus primeros autos como curiosidades para las élites. Mientras, Buenos Aires, Rosario y Córdoba ya contaban con concesionarios, con mecánicos, clubes automovilísticos y carreras. Para 1915, La Argentina tenía más autos per cápita que París o Roma, y talleres como el de General Pico (La Pampa) ofrecían “Venta y Servicio Ford, El Auto Universal”, llevando la modernidad a cada rincón del país. Porque sí… cuando Latinoamérica apenas soñaba con caminos, La Argentina, ya tenía destino de ruta.

Por Gustavo Rosso

-publicidad-
Blue Def
Fate

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí