EL USO DE LA BICICLETA ha ganado millones de adeptos en el mundo, más allá de los paises donde por historia, es un medio de traslado antiquísimo.
En la Argentina, en las grandes ciudades en particular, en Buenos Aires, ocurre algo similar, si bien no en las dimensiones de otros lugares. El incremento de bicis en las calles, depara beneficios y también, genera inconvenientes y hasta controversias.
En los últimos cinco o seis años la bicicleta se ha convertido en un medio de transporte para muchos argentinos, como te decimos, en especial, porteños. Los más de 150 kms de ciclovía que conectan más de 20 barrios capitalinos, y las 850 bicicletas gratuitas que se ofrecen en Buenos Aires, son un incentivo para que cada vez más personas, cambien el auto por la bicicleta para recorrer trayectos cortos. Estos aspectos los marca AUTOfoco.com, la plataforma online de clasificados y contenidos sobre automotores en nuestro país. Además de Buenos Aires, en Córdoba y Rosario comienzan a extenderse las bicisendas.
Buenos Aires ha sido reconocida como una de las ciudades más amigables del mundo para andar en bicicleta, según un estudio realizado en Dinamarca. Sin embargo, aún queda mucho por hacer, como ampliar y mejorar la infraestructura de las bicisendas y acentuar la educación vial.
Muchos colectivos y ciclistas se quejan, sostienen que las bicisendas en Buenos Aires son escasas e inadecuadas. A su vez, hay personas que consideran que existen fallas en las ciclovías. Algunos de los problemas que más se mencionan son: discontinuidad en las vías de circulación (puntos donde la bicisenda finaliza en forma abrupta, creando situaciones peligrosas), contenedores de basura que invaden en forma parcial la vía destinada para los ciclistas; bicisendas con desniveles (una parte de la ciclovía es de asfalto y la otra de adoquines), alcantarillas, cambios de sector inadecuados, falta de señalización, entre otros.
Pero dejando de lado las mejoras que los ciclistas piden para las bicisendas capitalinas, es preciso remarcar la educación vial, adecuada para lograr la convivencia entre bicicletas y vehículos como autos o colectivos. “Empatía” es la palabra clave para lograrlo. Es necesario que nos pongamos en el lugar del otro, ya que en muchos casos el ciclista es también conductor, y viceversa.
Entonces, cuando manejes un auto ponete en el lugar del ciclista y respetá ciertas medidas de seguridad. Igualmente si manejas una bicicleta, tratá de circular de forma correcta y respetando las normas viales. La convivencia es posible, es cuestión de seguir ciertas reglas básicas tanto para ciclistas como para conductores.
A propósito, AUTOfoco elaboró una guía práctica para ciclistas y conductores, con consejos para ayudar a mejorar la convivencia, y reducir el número de accidentes en la vía pública.
Si sos ciclista, fijate: as: Hacete notar utilizando dispositivos (luces, pecheras, etc); utilizá casco; respetá las normas de tránsito; en un semáforo ubicate detrás o delante de los autos para que te vean; circulá siempre por la bicisenda, si esta no existe, por el lado derecho de la calle; respetá a los peatones. Además “cero” alcohol para tener al 100% tus sentidos y evitar accidentes.
Ahora, si manejás un auto, camioneta, camión, colecteivo: Respetá a la bicicleta, es el vehículo más vulnerable dentro en el tránsito; en un cruce mirá a la derecha e izquierda para asegurarte que no haya una bicicleta circulando; una vez estacionado observar que no circule ninguna bicicleta antes de abrir la puerta; al adelantar a un ciclista: dejar un espacio de 1,50 metros entre el vehículo y la bici.